PARCHES DE TEJIDO CARDIACO
Superlentes, corazones artificiales, auriculares y otras cosas que se pueden fabricar con seda de araña
La seda que usan las arañas para tejer sus telas tienen un compuesto que tiene múltiples aplicaciones útiles, tanto para la fabricación de herramientas como para nuestra propia salud.
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Por extraño que parezca, la seda que fabrican las arañas que viven en los jardines (Araneus diadematus) puede ayudar a recuperar un corazón roto. Después de que este órgano sufra un infarto, las células del músculo cardíaco experimentan una reducción en su funcionabilidad normalmente irreversible. Pero la cosa podría dar un vuelco si, como proponen Felix Engel y sus colegas del departamento de Nefropatología de la Universidad Erlangen-Nüremberg de Alemania, se empieza a usar seda de araña para fabricar 'parches' de tejido cardíaco.
Tal y como publicaban en la revista 'Advanced Functional Materials', que este material sea médicamente interesante reside en las propiedades de la fibroína, una proteína de la seda de araña que le confiere estabilidad mecánica a este material que usan los arácnidos para descolgarse varios metros o dar caza a sus presas. Trabajando con ella en su laboratorio han demostrado que es posible crear finos tejidos que interaccionan a las mil maravillas con las células humanas, tanto cardíacas como vasculares.
No es el único uso original que se le ha encontrado recientemente al material que emplean los arácnidos para construir sus pegajosas telas. Investigadores de la Universidad de Binghamton en EEUU acaban de demostrar que podría ayudarnos a fabricar mejores auriculares y teléfonos móviles.
El hallazgo tiene su lógica: de acuerdo con Ron Miles, responsable del estudio, nosotros utilizamos los tímpanos, que captan la dirección del sonido basándose en la presión, pero la mayoría de los insectos oyen gracias a finos vellos que se mueven con las ondas sonoras, una estrategia mucho más precisa.
La buena noticia es que esta forma de audición se puede recrear a la perfección usando seda de araña, un material tan delicado que se mueve con el aire cuando es atravesado por ondas sonoras de frecuencias ínfimas de sólo 3 hertzios.
Una vez que la seda de araña capta la el flujo de sonido, la información debe ser transformada en una señal electrónica que los dispositivos de audio puedan utilizar. Para conseguirlo, Miles y sus colegas recubrieron la seda con una delgada capa de oro y le aplicaron un campo magnético. Su ingeniosa idea, descrita en la revista 'PNAS', permite crear micrófonos extremadamente eficaces y con un rango de frecuencia más amplio del que se manejaba hasta ahora.
Por su parte, ingenieros electrónicos de la Universidad de Oxford en Reino Unido llegaron a la conclusión el año pasado de que los microscopios del futuro, los que permitirán ver objetos con tamaño por debajo de 200 nanómetros, estarán hechos con superlentes basadas en seda de araña. Su uso multiplicará por dos o por tres las resoluciones de estas herramientas para ver nanoestructuras, convirtiendo a los microscopios en nanoscopios.
A esto se le suma que, a principios de año, científicos chinos demostraron que con la seda de araña de araña Ornithoctonus huwena podrían fabricarse fibras musculares artificiales y estructuras que nos conferirían habilidades propias de las del superhéroe de cómic Spiderman (bueno, más o menos).
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