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NUTRICIÓN Y TENTACIONES

Todo lo que pasa en tu cuerpo una hora después de comer una hamburguesa

Sales tarde del trabajo, no tienes nada en la nevera y pasas por delante de un local de comida rápida que desprende ese olor inconfundible a patatas deluxe y deliciosa hamburguesa con una hoja de lechuga, una de tomate y medio pepinillo. Entras: acabas de caer en la tentación y esto es todo lo que sucede en tu cuerpo en la siguiente hora después de haberlo ingerido.

Comida basura, ¿sí o no?

Comida basura, ¿sí o no? Pexels

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Tu organismo se ha convertido en una fábrica de insulina, con un pico de azúcar, una sobredosis de sal y un chute de grasas trans que no te lo crees. Pero quieres más, mucho, todo.

Los neurotransmisores relacionados con el placer están al 200% gracias al pequeño pico de comida insana que te estás metiendo. Un fenómeno preocupante si atendemos a esta curiosa infografía elaborada por Fast Food Menu Price. Pero tampoco nos volvamos locos: si te abandonas al placer culpable de la comida chatarra una vez al año, no pasa nada. Si te das el capricho todos los fines de semana, tienes un problema.

Primeros 10 minutos. Tu cerebro quiere “droga calórica”

En la Prehistoria podría tener sentido la habilidad humana para encontrar alimentos calóricos en épocas de escasez, pero ahora deberíamos ignorar esa llamada salvaje a lo hipercalórico, que además tiene un efecto adictivo. La descarga de dopamina que tenemos cuando comemos una hamburguesa es similar a la que provoca la cocaína porque activa los neurotransmisores que provocan sensaciones de placer

Pasados 20 minutos. Dame veneno en forma de azúcar

La hamburguesa más vendida de una gran cadena de comida rápida en España contiene 522 kilocalorías -un 26% de la ingesta diaria recomendada para un adulto- y supone un pico de azúcar declarado de 9 gramos por unidad.

Si fuera una hamburguesa superior equivaldría a 13 gramos de azúcar, que son 3,25 terrones, según describe SinAzucar.org. Y eso si solo comemos la carne con pan (sin bebida, ni patatas ni postre) y no nos dejamos llevar por las ofertas. Si pedimos un menú completo, las calorías podrían oscilar entre 900 a 1200 por menú, según las cifras que se manejaban en 2012.

Después de media hora. Deshidratación por exceso de sal

¿Es casualidad que en los locales de comida rápida tengamos tamaños gigantes de bebidas y en algunos casos relleno gratis? No. Las multinacionales de comida chatarra son conscientes de que vas a matar por bebida en su local o incluso que vas a pedir otra hamburguesa porque la sensación de sed es similar a la del hambre y puede que no te des cuenta de que te estás deshidratando.

La mencionada hamburguesa más vendida supone un 38% de la ingesta diaria recomendada de sodio, al menos según su composición declarada en España. Como si cogieras el bote de sal y te sirvieras dos gramos.

Esto, además de provocar un sobre esfuerzo a los riñones para excretar el exceso de sodio supone un problema a largo plazo por hipertensión y enfermedades cardiovasculares si abusamos de este tipo de comida.

Pasados 40 minutos. ¡Dame más droga!

La clave está en salir del restaurante de comida rápida antes de que pasen 40 minutos. Porque de lo contrario suben las posibilidades de que volvamos a mirar distraídamente los paneles con los menús y ofertas… y volvamos a pedir algo. Según un estudio de la Universidad Anglia Ruskin, la comida basura provoca en el organismo efectos en los niveles de insulina parecidos a una diabetes tipo 2.

Esto implica que, pasados 40 minutos desde que hemos dado el primer mordisco, el azúcar es rápidamente absorbido por el organismo y reduce nuestra sensibilidad a la insulina, requiere un esfuerzo extra del páncreas y aumenta la sensación -irreal-, de hambre. Si comiéramos esto de forma habitual o nos diéramos atracones frecuentes, las consecuencias en la salud metabólica son graves, según otra investigación británica.

Una hora después del atracón. Digestión lenta

Las imágenes de las anacondas que se comen una cabra y tardan días en digerirlas resumen muy bien lo que pasa en el organismo cuando comemos comida chatarra. Si el tiempo normal para digerir un alimento es de 24 a 72 horas, ciertas grasas trans requieren más de un mes para ser eliminadas del organismo.

Si en una dieta de 2.000 calorías al día se recomienda el consumo de un 25-30% de grasas (saludables, a poder ser), comer la mencionada hamburguesa lleva al cuerpo al límite y supone más del 30% del valor diario recomendado y sobre todo, no saludable.

Según su información nutricional, una hamburguesa contiene 26 gramos de grasas, de las cuáles, 10 gramos son ácidos grasos saturados, que son las grasas malas que elevan el nivel de colesterol.

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