CONTROLES INSUFICIENTES
Tus hijos pequeños pueden encontrar contenidos inapropiados en YouTube en 10 clicks
Los controles de la popular plataforma de vídeo no son suficientes para evitar la exposición de los menores a contenidos con violencia leve o connotaciones sexuales
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Una de las principales preocupaciones de los padres de niños pequeños es que puedan exponerse a contenidos inadecuados en internet, por lo que muchos usan filtros en sus dispositivos.
Sin embargo, aún así, siempre puede colarse algo. Un estudio publicado recientemente indica que un menor que empiece viendo un episodio de Peppa Pig en YouTube puede terminar viendo contenidos inapropiados para su edad en apenas 10 clicks.
La popularidad de esta plataforma de video online ha aumentado mucho durante los últimos años y es utilizada por muchos padres como una alternativa a la televisión infantil tradicional, ya que en la plataforma se pueden encontrar una gran cantidad de vídeos infantiles populares.
Sin embargo, según los autores del estudio, que ha sido publicado en arXiv y que no ha sido revisado por pares, “hay un 45% de probabilidad de que un niño pequeño que sigue las recomendaciones de YouTube encuentre un vídeo inapropiado en 10 saltos”.
Además, los investigadores añaden que esto sucede “aunque se comience a partir de un vídeo que aparece entre los diez primeros resultados de una búsqueda por palabras clave apropiadas para niños pequeños (por ejemplo, Peppa Pig)”.
Es decir, que un padre que busque en YouTube palabras clave sencillas relacionadas con contenidos propios de niños pequeños puede terminar exponiendo a su hijo a un número considerable de videos en los que haya violencia o connotaciones sexuales.
El problema de las recomendaciones de YouTube
El trabajo comenzó tras descubrir los científicos que el algoritmo de recomendación utilizado por esta popular plataforma de video para sugerir contenidos relacionados es bastante deficiente, debido a que ciertos videos para adultos utilizan contenidos de videos infantiles.
“Lamentablemente, el sistema de recomendación algorítmica de YouTube sugiere contenido inapropiado porque algunos videos imitan o se derivan de contenido apropiado”, explican los investigadores.
Como ejemplo, se refieren a un vídeo en el que Peppa Pig mata a su padre. “El problema”, señala el estudio, “es que este vídeo tiene 1,3 millones de visitas, mucho más “me gusta” que “no me gusta” y ha estado disponible en la plataforma desde 2016”.
Para determinar la dimensión del problema, los autores del estudio desarrollaron una inteligencia artificial basada en aprendizaje profundo que fue diseñada para detectar y clasificar vídeos con contenido inapropiado para niños y que tenía una precisión superior al 80%.
Los investigadores se basaron en el sistema de calificación por edades Asociación Cinematográfica de Estados Unidos, de forma que se considera contenido inapropiado para los menores aquel que tiene un calificación PG-13 (no recomendado a menores de 13 años) y contenido restringido aquel que tiene una calificación mayor (como no recomendado a menores de 17 años).
Para probar su sistema, los científicos utilizaron un conjunto de 133.806 videos y encontraron que el 91,4% de ellos tenían contenido apropiado, pero el 8,6%, lo que supone más de 11.000 videos, tenían contenido inapropiado o restringido.
Un sistema de control “ineficaz”
Además, los investigadores destacan cómo las contramedidas puestas en marcha por YouTube para proteger a los menores de estos contenidos inadecuados son “ineficaces”, ya que, según sus cálculos, solo el 10,6% de los videos inapropiados y el 4,1% de los restringidos son eliminados.
“La cantidad de videos eliminados que ofrecen contenido inapropiado o restringido es significativamente baja, lo cual es alarmante”, advierten los investigadores. Además, reconocen que el problema es difícil de resolver, por lo que “no hay razón para creer que habrá un final de este problema de manera espontánea”.
A partir de estos resultados, parece claro que lo de dejar a los más pequeños solos antes una lista de YouTube no es lo más recomendable. Además, conviene recordar que la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria recomienda evitar la exposición de los bebés a las pantallas hasta los 18 meses y, a partir de esas edad, iniciar el visionado bajo supervisión de los padres, hasta, al menos, los 6 años.
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