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LO MÁS PROBABLE ES QUE MONTARA DESCALZA EN LA CARROZA

Los zapatitos de Cenicienta se hubieran roto en el mundo real

Según los cálculos de un grupo de investigadores británicos, lo más seguro es que Cenicienta hubiera montado descalza en la carroza, para desgracia de la joven y el príncipe. Porque unos zapatos de cristal tienen que cumplir ciertas condiciones para sobrevivir a bailes y carreras.

La altura de los tacones es un factor decisivo para la supervivencia de unos zapatos de cristal

La altura de los tacones es un factor decisivo para la supervivencia de unos zapatos de cristal Agencias

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Cuando el reloj dio las doce de la noche, Cenicienta tuvo que salir pitando del palacio: recorrer los largos pasillos, franquear la puerta de entrada, bajar los escalones y saltar a la flamante carroza para que el príncipe no viera cómo su elegante atuendo se echaba a perder.

Independientemente de que el hada madrina pudiera haberse estirado un poco más con la duración del encantamiento, lo cierto es que, si se hubieran cumplido las leyes de la Física en el cuento, Cenicienta se habría montado en el vehículo completamente descalza.

Según los cálculos de un equipo de investigadores de la Universidad de Leicester en el Reino Unido, los zapatos de cristal no hubieran aguantado tanto ajetreo y el príncipe no habría podido buscar los pies de su amada por todo el reino.

Los científicos decidieron comprobar qué pasaría con el delicado calzado de la joven si la situación se diera en la vida real –dejando a un lado hadas, magia y príncipes azules, claro-. Para ello, calcularon las fuerzas de estrés a las que se verían sometidos los zapatitos bajo el peso de una persona y los requisitos que tendrían que cumplir para que aguantaran tanto movimiento.

La altura de los tacones es un factor decisivo para la supervivencia de unos zapatos de cristal

“Mientras está erguida, podemos asumir que la fuerza que actúa hacia abajo [debido a la gravedad] es la misma sobre sus dos pies”, explican los investigadores. En esta posición, los zapatos no sufrirían ningún daño, independientemente de la altura de los tacones.

Sin embargo, cuando la Cenicienta camina, corre y baja escalones, la misma presión se aplica solo sobre aquel que está en el suelo. Bajo estas condiciones, sobrevivirían únicamente si su tacón no superase los 1,15 centímetros. Y esto no es lo que generalmente muestran las ilustraciones de los libros ni de las películas.

Los investigadores (aún estudiantes) admiten que no han considerado todos los posibles ángulos de pisada ni diferentes tipos de cristal, pero aunque los resultados variasen, siempre existiría un rango de altura que el tacón de los zapatos tendría que cumplir.

El trabajo se ha publicado en ‘Journal of Physics Special Topics’, una revista de la Universidad de Leicester dedicada a artículos que aplican las leyes de la Física para solucionar problemas originales, muchas veces relacionados con películas, mitología, cómics o videojuegos.

Disney ya tiene sus propios diseños de zapatos de cristal para las cenicientas (adineradas) de la vida moderna. En la última película basada en el cuento, la firma Swarovski tuvo que fabricar cuatro pares y ninguno le valía a Lily James, la actriz protagonista. Según ha explicado, usaba una doble para las escenas donde se le veían los pies.

En realidad, cada zapato no era una pieza de cristal macizo, sino que estaban formados por cristales (10.000 minúsculas unidades). Cuando James bailaba y corría, los incómodos zapatos eran sustituidos por otros fabricados en un material acrílico, que luego modificaban por ordenador para conseguir el aspecto del cristal.

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