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PARA DESPISTAR A LOS OTROS MACHOS

Aves que se travisten para atraer a las hembras

Cuando se trata de encontrar pareja sexual, las aves también se buscan las artimañas más insólitas. Los machos de combatiente se travisten para mimetizarse con las hembras y pasar desapercibidos ante el resto de machos. Un estudio revela que estas conductas están determinadas genéticamente.

Aves travestis para atraer a las hembras

Trabajo publicado en la revista Nature Genetics Universidad de Sheffield

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Llega la primavera y es época de reproducirse. Al igual que sucede con muchas especies del reino animal, algunos machos de combatiente (Philomachus pugnax) se visten con su atuendo nupcial consistente en vistosos penachos de plumas. Después, comienza una elaborada danza-lucha (de ahí el nombre de este ave) para impresionar a las hembras, que se pasearán entre ellos al finalizar la batalla y elegirán a su pareja sexual.

Pero no todos los machos actúan del mismo modo. De hecho, hay dos estrategias reproductivas más. Algunos machos, llamados “satélite”, no son territoriales, sino que merodean en los territorios de otros con el fin de arrebatarles a las hembras. Y, por último, existe un grupo que va más allá en su empeño por aparearse: los travestis.

Efectivamente, estos machos adoptan una apariencia idéntica a la de las hembras, por lo que consiguen mimetizarse con ellas. De esta forma, pasan desapercibidos para los machos territoriales, campean por “sus dominios” libremente, se pasean entre las hembras y, si tienen éxito, consiguen reproducirse sin tener que entrar en molestas luchas con sus semejantes.

A pesar de su flexibilidad, todas estas estrategias parecen estar, como revela un trabajo publicado en la revista Nature Genetics, determinadas genéticamente. El equipo de investigadores, de las universidades de Sheffield (Reino Unido), Simon Fraser (Canadá) y Edimburgo (Reino Unido) ha descubierto que las conductas de los machos de esta especie se encuentran codificadas por un único “súper-gen”: un fragmento de cromosoma que contiene cientos de genes.

Aves travestis para atraer a las hembras

“La característica especial de este súper-gen es que permite que una gran cantidad de genes adyacentes - que determinan características diversas como la producción de hormonas, formas, colores y tamaños-, evolucionen juntos y creen dos comportamientos diferentes”, explica Terru Burke, autor del trabajo. En este caso concreto, el súper-gen se formó hace varios millones de años tras un reordenamiento cromosómico, que permitió a los machos miméticos evolucionar y coexistir con los territoriales.

“Los combatientes proporcionan un claro ejemplo de cómo los pequeños cambios genéticos pueden dar lugar a importantes diferencias en el atractivo sexual y el comportamiento. Un proceso fundamental para la formación de sexos y especies separadas”, añade.

El investigador destaca la diferencia con el comportamiento humano: “a diferencia de los hombres jóvenes, que eligen su propio enfoque para abordar el cortejo, para estas aves no hay opción: es su ADN quien dicta cómo abordarán la tarea de buscar pareja”.

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