ALARMAS MUNDIALES GRAVES
Las cinco catástrofes que pueden estar por llegar
Un informe apocalíptico recoge los riesgos de desastres a nivel mundial, su posible impacto y las medidas que se pueden tomar para reducir los riesgos.
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La Universidad de Chicago actualiza desde 1947 el Doomsday Clock (reloj del Juicio Final), que mide las posibilidades de que el mundo se vaya al garete. A punto de cumplir setenta años de su creación, el reloj se sitúa en las 23:57, a tres minutos de la medianoche. Pero no, cuando alcance esa hora no saldrá un cuco o tomaremos las uvas, más bien aparecerá el cuarto jinete del Apocalipsis.
Estamos a un minuto de alcanzar el nivel de la Guerra Fría, aunque el minutero ha dado un respiro en 2015 con la cumbre del clima de París y el acuerdo nuclear con Irán. Pero aquí vienen los 'agoreros' de la Universidad de Oxford y la Global Challenges Foundation para traernos un centenar de páginas con las catástrofes de las que, de momento, nos hemos librado.
La tesis inicial del informe (descárgatelo en inglés aquí) no puede poner el listón más alto: hablamos de “acontecimientos y procesos” que provocarían la muerte al menos de una décima parte de la población humana mundial. La serie 'The Leftovers', en la que desaparece abruptamente el 2% de gente, se queda bastante lejos. Pero nosotros no hablamos de ficciones, sino de realidades.
Aunque el siglo XX fue un desastre en términos bélicos (estos gráficos de 'Our world in data' bien lo reflejan), hace siglos que no se llega al nivel de tragedia que cita el texto que nos ocupa. La Peste Negra del siglo XIV fue la última vez, aunque con la conjunción de la Primera Guerra Mundial y la mal llamada “gripe española”: entonces estuvimos cerca de esa catástrofe planetaria.
El ser humano no aprende de los errores y tiende a subestimar las probabilidades de los desastres (que se lo digan a los vecinos de Chernobyl) o, directamente, no predecimos su impacto de la manera correcta, como no lo hicimos con el cambio climático o los riesgos nucleares. Porque, por cierto, todavía quedan 10.000 cabezas nucleares en el mundo...
El 'top five' de la destrucción
De hecho, el calentamiento global encabeza la lista de posibles catástrofes, teniendo en cuenta que no es una 'boutade' afirmar que podemos llegar al final del siglo XXI con un aumento medio de la temperatura de 6 grados. Las consecuencias ya las sabemos, aunque nos queramos ponerle freno: pérdida de medios de vida y recursos, interrupción de cadenas alimenticias, rachas de climas extremas...
En siguiente lugar los expertos advierten del riesgo de pandemia natural, como una mutación fuerte de la gripe aviar H5N1. Señalan que el National Risk Register del Reino Unido afirma que hay entre el 5% y el 50% de posibilidades de que una pandemia mate al 1% de la población británica en los próximos años.
Luego tenemos los "riesgos emergentes”, donde entra el avance biotecnológico en juego, con la capacidad de modificar o fabricar genes para crear patógenos letales -como la resurrección de una cepa de la viruela, contando con que ya no nos vacunamos de ella desde hace casi medio siglo-. Bueno, parece que entramos en terreno de la magnífica serie británica 'Utopía'.
Y luego están los riesgos improbables, como la erupción de un supervolcán (la última vez fue hace 26.000 años en Nueva Zelanda) y la colisión de la Tierra con un asteroide o cometa de tamaño considerable. Pero a esto último podemos esperar sentados, porque hay una probabilidad entre 1.250 de que suceda. O, quién sabe, a lo mejor la espera se reduce a los 3 minutos del reloj del Juicio Final.
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