TENDRÍA UNA ESPECIE DE BALNEARIO EN SU INTERIOR
Este científico italiano sugiere que el Etna no se comporta como un volcán normal
Carmelo Ferlito, vulcanólogo en Sicilia, ha apuntado que bajo el segundo volcán más alto de Europa se encuentran pozos con agua que, al calentarse, expulsarían su vapor junto al dióxido de carbono o dióxido de sulfuro del magma interno. Sería, por tanto, un volcán algo peculiar.
Publicidad
Domina el paisaje de Sicilia con sus 3.322 metros de altitud, está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y puede asustar por su actividad. El Etna es una de las postales de Italia y uno de los volcanes en activo más famosos del planeta. Aunque el concepto de 'volcán' pronto puede ir acompañado con el de 'balneario'.
Carmelo Ferlito, vulcanólogo de la Universidad de Catania, opina que el Etna se comporta más bien como un manantial termal a gran escala. Así lo ha explicado en un estudio publicado en la revista 'Earth-Science Reviews'. Para dejarlo claro, ha especificado que el segundo volcán más alto de Europa (el primero es el Teide) tiene propiedades diferentes a las de otros volcanes.
Lo que lo asemeja a otros volcanes en activo que conocemos es que expulsa lava. Sin embargo, también emite cantidades bastante grandes de vapor, dióxido de carbono y dióxido de sulfuro. En otros volcanes, estos componentes salen con el magma interno, frío y convertido en la lava que corre por sus laderas, pero en el caso del Etna lo hacen en una cantidad muy grande para la lava que cae (y que es mucha de por sí).
La conclusión de Ferlito es que no todos los vapores y dióxidos de la lava proceden del magma interno, sino de pozos y estanques que coexisten en el volcán. Así, al calentarse el agua, el vapor que genera tiene que salir a la superficie mezclado con todo lo demás. Por ello, en las cercanías del volcán debe haber grandes yacimientos de agua, parecidos a los de los balnearios o fuentes termales.
Según cálculos del vulcanólogo, sólo el 30% del interior del volcán está ocupado por roca fundida, y el resto del espacio sería agua, dióxido de carbono y dióxido de sulfuro. Esto está en consonancia con otras investigaciones que hablan de que en las profundidades de Sicilia hay más yacimientos de agua de los que se creía.
Otra teoría que ha circulado es que los gases y el vapor proceden del magma y se liberan allí dentro. Una vez liberados, gran parte del magma se queda dentro porque no necesita salir. Sin embargo, el investigador desecha esa idea: de ser así, el volcán parecería un globo que se infla y desinfla... y es un volcán raro, pero no tanto.
Publicidad