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GEMELOS IDÉNTICOS

Un físico logra crear dos copos de nieve iguales

Un experto en el crecimiento de cristales ha conseguido crear dos copos de nieves prácticamente idénticos en un laboratorio de California.

Dos copos de nieve iguales

Dos copos de nieve iguales Kenneth Libbrecht

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“No sois especiales, no sois un copo de nieve único y hermoso”. Cuando los guionistas de la película 'El club de la lucha' escribieron esta frase, estaban asumiendo que los copos de nieve son un ejemplo de singularidad. Algo especial e irrepetible. Sin embargo, gracias al trabajo de Kenneth Libbrecht esta afirmación ha dejado de tener sentido, ya que este físico ha conseguido crear copos de nieves prácticamente idénticos en el laboratorio en el que trabaja.

En realidad, tal afirmación de que no puede haber dos copos de nieve iguales nunca ha sido del todo cierta. Una de las primeras personas en observar la estructura de un copo de nieve fue el astrónomo Johannes Kepler, allá por el siglo XVII. Este científico descubrió que todos los copos de nieve tenían una estructura hexagonal, pero al mismo tiempo cada uno tenía una forma única. O casi.

El propio Libbrecht, que lleva más de dos décadas estudiando el crecimiento de cristales de hielo, publicó un estudio en 2011 en el que aseguraba que es muy poco probable, pero no imposible, que existan dos copos de nieve iguales. La singularidad de los copos se debe a que el crecimiento de los cristales de hielo depende un gran número de variables, como la temperatura, la presión o la humedad del ambiente.

Sin embargo, si se controlan algunas de estas variables, sería posible generar copos prácticamente idénticos y esto es precisamente lo que ha conseguido Libbrecht en su laboratorio del Instituto Tecnológico de California (EEUU). “Lo que ha hecho posible el crecimiento de estos copos de nieve gemelos es la capacidad de hacerlo bajo condiciones cuidadosamente controladas”, explica el investigador en su página web.

El crecimientos de los copos es tan sensible a las condiciones externas que si uno de los seis brazos del cristal experimenta condiciones ligeramente diferentes a los demás, crecerá de forma diferente al resto. Así que Libbrecht tuvo que construir un dispositivo con el que pudiera controlar de forma precisa la temperatura, la humedad, la posición y el flujo de aire.

El propio investigador ha sido el encargado de fotografiar y grabar videos del crecimiento de sus copos de nieve, algo que consigue gracias a la ayuda de un fotomicroscopio que está especialmente diseñado para capturar los pequeños cristales de hielo. Y a juzgar por esas imágenes, únicos o no, estas microestructuras naturales seguirán asombrándonos con su extraordinaria belleza y simetría.

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