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POLÉMICA POR EL USO DE ESTA TÉCNICA DE EXTRACCIÓN

Guía para entender qué es el fracking y qué supone

En los últimos años, un anglicismo ha ido ganando presencia en los medios de comunicación: fracking. A medida que esta técnica se impone en todo el mundo, cada vez son más las voces que cargan contra ella ¿Pero en qué consiste el fracking exactamente y por qué es tan polémico?

Extracción mediante fracking

Extracción mediante fracking Agencias

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El fracking, o fracturación hidráulica, es una técnica de extracción de combustibles fósiles. Existe desde mediados del siglo XX, aunque su implementación ha ido cambiando con el paso de las décadas. Su reciente popularidad se debe fundamentalmente a dos factores: la necesidad creciente de combustibles fósiles y la certeza de que cada vez quedan menos.

La técnica de la fracturación hidráulica se basa en la inyección de agua mezclada con arena y diversos productos químicos en subsuelos donde las técnicas tradicionales no sirven. La presión y erosión de este líquido fractura las rocas, haciendo posible la salida del gas y del petróleo.


Operarios inyectando líquido al subsuelo

El fracking ha supuesto toda una revolución, ya que es el único método conocido que permite extraer el llamado gas 'shale' (o gas de lutita). En 2013, la Agencia americana de Información Energética reveló que el empleo de esta técnica había multiplicado los yacimientos en todo el mundo: los de gas aumentaron un espectacular 47% y los de petróleo, un 11%.

Los efectos económicos son obvios. Los medioambientales, no tanto. En 2011, New York Times revelaba que la Agencia de Protección Medioambiental estaba sufriendo fuertes presiones para no poner obstáculos al desarrollo de la fracturación hidráulica. De hecho, el organismo solicitó una moratoria de esta técnica para la cuenca del estado de Nueva York, pero la Casa Blanca desoyó el consejo.

Lo cierto es que el fracking conlleva dos problemas. El primero es el alto riesgo de contaminación al que se exponen los acuíferos próximos al yacimiento (por sustancias como el queroseno, el xileno o el benceno que se inyectan en el subsuelo). El segundo, y mayor, es su implicación en los movimientos de tierras.

Esto, que hace unos meses no pasaba de hipótesis, está cada vez más cerca de ser un hecho probado, según considera el Servicio Geológico de Estados Unidos. En un informe publicado en abril por ese organismo se listan 17 regiones con un “muy alto” riesgo de terremoto. Esta información fue recogida por la prestigiosa revista Science y difundida a su vez por todos los grandes medios de comunicación del mundo. A día de hoy, sin embargo, no ha tenido consecuencias en la regulación de ningún país.


Cartel de una campaña contra el fracking en EEUU

Se ha demostrado que el terremoto que asoló Oklahoma en 2011, de una magnitud de 5’6, fue provocado por el fracking. Así lo aseguran científicos de las universidades de Columbia y de la propia Oklahoma. No es el único caso. A principios de este año, el Estado de Ohio sufrió 77 microseísmos cuyo origen, según los expertos, se encuentra en un yacimiento que emplea la técnica de la fracturación hidráulica.

El futuro juzgará si el fracking es una buena idea o un paso más hacia el desastre medioambiental. Por el momento, y a juzgar por las evidencias, parece ganar la segunda hipótesis.

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