CIENTÍFICOS ESPECULAN CON UNA SEXTA EXTINCIÓN MASIVA POR NUESTRA CULPA
Los humanos, ¿el sexto jinete del apocalipsis?
Los humanos somos tan impacientes que aún no hemos aclarado del todo las causas de las cinco extinciones masivas que ha causado el planeta y ya estamos pensando en la sexta. Claro que en ese caso parecemos tener claro qué la originará: nosotros.
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El último libro de la Biblia es lo que se podría llamar un final cerrado de la historia: el conjunto de libros sagrados del cristianismo dedica su último capítulo al fin del mundo. En él, con toda la importancia que lo numérico tiene para la cultura judía, habla de sellos, coronas, cabezas y demás, igual que había apóstoles, mandamientos, tribus y demás. El número de los jinetes del apocalipsis, las causas de la destrucción final del mundo, tampoco son casuales: cuatro. Pero ni siquiera la cultura ha respetado a la tradición: los jinetes suelen ser mencionados como las enfermedades, la guerra, el hambre y la muerte, cuando no se citan como tal en la Biblia.
Pero más allá del mito religioso están las certezas. Con la razón en la mano parece complicado pensar en un ser superior que venga a juzgar a las almas, que los muertos resuciten o que el final sea el principio. Lo que sí sabemos es que hasta ahora la vida en la Tierra ha estado unas cuantas veces a punto de extinguirse, cinco concretamente.
De la misma forma que el Apocalipsis, como mito, ha levantado pasiones a través de los siglos en forma de representaciones artísticas y culturales (mitos, leyendas, libros, películas e incluso movimientos culturales enteros como el Románico), esas cinco extinciones masivas han desatado a través de los años intensísimos debates en la comunidad científica.
Se sabe, tras haber analizado los estratos y sedimientos bajo nuestros pies, que más o menos cada cien millones de años se ha producido la práctica erradicación de la vida en la Tierra. Se sospecha de algunas causas, pero no se ha llegado a grandes certezas en todas ellas.
Y sin haber acabado de esclarecer lo que pasó, especulamos con lo que pasará: algunos científicos, como el premio Nobel Paul Crutzen, sostienen que la actividad del hombre en la Tierra está siendo tan determinante que esta es una Era distinta a las anteriores... con consecuencias posiblemente catastróficas. En esa línea se mueve también Elizabeth Kolbert, que ha publicado 'La sexta extinción', un libro en el que juega con la idea de que dentro de millones de años los habitantes de la Tierra descubran, como nosotros hemos hecho con las cinco grandes extinciones, las huellas de esa sexta masacre que acabaría con gran parte de la vida en el planeta.
¿Qué efectos? Desde el calentamiento global al agujero de ozono, pasando por el deshielo en la mitad de la superficie del planeta, pasando por el exceso de nitrógeno vertido al suelo (fertilizantes) y los gases de invernadero liberados masivamente al aire, desde los cambios orográficos (montañas perforadas, ríos reconducidos, diques y presas) hasta la reordenación de las especies terrestres en todos los continentes.
Visto en perspectiva, la mayor extinción conocida hasta la fecha fue mucho más breve de lo que se creía, liquidándose hasta el 90% de las especies terrestres en apenas 60.000 años... y nosotros, que llevamos 2,5 millones de años en la Tierra, estamos destrozando el entorno a marchas forzadas en apenas tres siglos desde la llamada Revolución Industrial
Las cinco grandes extinciones
Por ejemplo, la primera gran extinción fueron en verdad dos: ocurrieron hace unos 450 millones de años y se asocian a la glaciación de nuestro planeta. En realidad glaciaciones hay cada cierto tiempo, pero las del Paleozoico fueron especialmente devastadoras por sus efectos no sólo sobre la temperatura y los ecosistemas, sino también sobre el nivel del mar, primero reduciéndolo y después aumentándolo.
La segunda gran extinción acabó con el 70% de las especies, especialmente marinas, en unos pocos millones de años. Nada comparado con lo que pasó tiempo después, en la tercera gran extinción que es, hasta la fecha, la mayor carnicería jamás vista en nuestro planeta: hubo ámbitos en los que desaparecieron hasta el 95% de las especies... y todo sucedió, según recientes investigaciones, muchísimo más rápido que las otras grandes mortandades conocidas, un abrir y cerrar de ojos en lo que a tiempo se refiere.
Un meteorito, pensarás. Bueno, es una de las teorías que manejan los científicos, que también han distinguido patrones en la incidencia con la que grandes asteroides golpean nuestro planeta. De hecho, esa es la explicación más aceptada de la quinta gran extinción, la de los dinosaurios, especialmente después de que se encontrara hace pocos años en la Antártida un cráter kilométrico, supuestamente por un impacto de esa magnitud.
Pero no, aquella gran extinción tuvo que ver en parte con la erupción supermasiva de enormes volcanes en la actual Siberia, que contribuyeron a aumentar la temperatura, la acidez y los gases nocivos en el entorno. Una causa similar es la que se maneja para la cuarta gran extinción, entre el Triásico y el Jurásico.
Ahora bien, ¿pueden unos volcanes o un meteorito causar semejante destrucción? Con la intensidad adecuada sí, pero los científicos cuestionan que eso fuera así. De hecho, hay otras teorías, como cambios drásticos en el magnetismo terrestre, variaciones en la actividad solar, radiación espacial o incluso la explosión de alguna supernova 'cercana'. Ante la falta de concreción hay líneas que abogan porque varios de estos elementos intervinieron a la vez.
Resulta llamativo pensar que en apenas unos milenios la raza humana pueda estar generando una huella en la vida en la Tierra mayor aún que la de todos esos grandes cataclismos a la vez. Si alguien llega vivo a esa hipotética sexta gran extinción, que nos cuente si de verdad fue culpa nuestra... y qué tal fue el Apocalipsis de verdad.
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