NUEVA ESPECIE DE MOSCA
Una imagen vale más que mil palabras, pero ¿sirve para identificar una nueva especie?
Dos entomólogos han descrito una nueva especie de mosca a partir de una fotografía. Normalmente, hace falta un ejemplar tipo para conservarlo y observar mejor las características del hallazgo.
Publicidad
La ‘Drosera magnífica’ es una especie de planta carnívora brasileña descrita por primera vez este verano. Su descubrimiento se produjo gracias a Facebook: un aficionado a la flora silvestre la fotografió y subió la imagen a la red social. Dos biólogos la vieron y la identificaron como una variedad original y desconocida hasta entonces.
Aunque solo hicieron falta algunas instantáneas para que el par de botánicos se percatara del hallazgo, los científicos tuvieron que salir al campo para cerciorarse de la novedad. Recogieron algunos ejemplares para observar sus características, que luego incluyeron en la descripción de la planta.
En taxonomía, a la hora de designar una nueva especie, debe existir al menos un ejemplar que sirva como elemento de referencia y comparación, y que se conserva en instituciones científicas. Cuando se trata de animales, la muestra se denomina holotipo o ejemplar tipo. En el caso de un organismo extinto, vale con un fósil.
Al menos esta es la teoría: en un reciente artículo publicado en 'Zookeys', dos biólogos han identificado una nueva especie de mosca basándose únicamente en fotografías. Es la primera vez que las imágenes se consideran suficientemente válidas como para servir de muestra original por sí mismas, sin ningún individuo físico que las respalde.
Todo comenzó el año pasado, cuando uno de los descubridores, el entomólogo del Museo Bishop (Hawái) Neal Evenhuis preparaba su aportación a un libro sobre moscas africanas de la familia de los bombílidos (muy parecidas a las abejas). Pidió entonces ayuda a su colega Steve Marshall, de la Universidad de Guelph, al que solicitó algunas fotografías para utilizarlas en el manuscrito.
En una de las imágenes prestadas por Marshall había un ejemplar que Evenhuis nunca había visto antes, y lleva trabajando con insectos desde los años 70. Desgraciadamente, era lo único que tenía: una foto, porque el biólogo no había capturado al individuo que aparecía retratado.
El entomólogo lo dejó pasar por un tiempo, hasta que logró identificar el género de la extraña mosca. Pertenecía al ‘Marleyimyia’, una variedad rara endémica del sur de África de la que solo se conocen dos especies distintas, a las que no pertenecía la recién llegada.
Una vez establecido el género, Evenhuis podía nombrar al insecto y con la fotografía, describirlo. Ambos expertos decidieron utilizar la imagen como representación del holotipo, y han bautizado a la especie como ‘Marleyimyia xylocopae’.
No obstante, no todos están de acuerdo con adoptar esta aproximación. En una carta a la revista 'Science' un grupo de entomólogos denunció hace unos meses que la falta de un ejemplar para preservar y en el que poder apreciar bien los detalles es una “mala práctica taxonómica”.
El color de una fotografía puede no coincidir con el verdadero debido a las variaciones de luz y solo muestra parte del organismo; la imagen no puede girarse, ni sirve de nada ponerla bajo un microscopio. Además, si un día la especie desapareciera, no quedaría ninguna prueba física de su existencia (otro de los fines de la conservación de al menos un individuo).
Aunque Evenhuis asegura que siempre es mejor preservar un espécimen, en ocasiones puede ser difícil encontrar uno, o el nivel de protección al que está sujeto prohíbe su recolección. Entonces, una imagen es mejor que mil intentos frustrados... siempre que tenga suficiente calidad.
Publicidad