El olor de tu miedo puede convertirse en un arma química

Esto se debe a que el ser humano aumenta la producción de ciertas hormonas cuando se encuentra en una situación de peligro, ansiedad o intensidad emocional. Este aumento de secreción va directo a los poros de nuestra piel, donde hacen el efecto de un ambientador para olfatos finos.

Nuestro cerebro también se activa cuando tenemos miedo. A esto se lo conoce como 'proceso de lucha o huida' y tiene lugar en nuestra amígdala cerebral. Es una respuesta fisiológica natural ante la percepción de daño, ataque o amenaza a la supervivencia. Esto produce una descarga general del sistema nervioso simpático, preparándolos para luchar o escapar.

Para protegerse de estas señales inequívocas y rastreables que el miedo provoca en nuestro cerebro, se dice que el ejército de Estados Unidos podría estar trabajando en un arma para protegerse de la falta de discreción de nuestras hormonas.

Mientras tanto, la psicología es importante para salir sano y salvo de una situación así: lo importante es evaluar la situación cognitivamente y controlar tus emociones. Si no puedes, lo mejor es que no pares de correr.