EXISTEN ALREDEDOR DE 2.500 ESPECIES DE CACTUS
Otro mito que cae: las espinas de los cactus no tienen una función defensiva
Es común encontrar publicaciones en las que explican que la función principal de las espinas de los cactus es para defenderse de ser comida por los animales que van buscando agua, pero en realidad ese no es el principal cometido de sus puntiagudas púas.
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Conocemos como cactus a un tipo de planta que suele crecer en desiertos y lugares áridos del planeta, aunque hoy en día ya hay muchos otros con diferentes condiciones climáticas y que disponen de alguna variedad autóctona.
Para sobrevivir en los climas más secos estas plantas tienen la peculiaridad de poder almacenar agua en su interior, algo que les permite crecer y no secarse a pesar de que en muchos lugares de los que crecen deben soportar temperaturas superiores a los 50 grados centígrados.
Si hay algo que llama la atención de los cactus –de los que existen alrededor de 2.500 especies diferentes- son sus llamativas y puntiagudas espinas. Cabe destacar que entre la inmensa variedad de cactus que existen hay algunas pocas especies en las que la presencia de espinas es mínima y sin embargo en esas suele brotar algún tipo de flor.
Los cactus sin espinas suelen aparecer en lugares en los que las condiciones climatológicas no son tan secas y calurosas como los desiertos. Esto propicia que algunos animales que puedan estar sedientos sí las usen para darles un bocado y beberse el agua acumulada en el interior, de ahí que se tenga la idea generalizada de que las espinas crecían únicamente como una función defensiva haya cundido.
Tanto es así que durante largo tiempo muchas han sido las publicaciones que, a la hora de hablar del motivo por el que los cactus poseen esas espinas, se referían a éstas como una eficaz arma defensiva contra cualquier animal que intentase comérselas o beberse el agua acumulada en el interior.
Pero a pesar de que las espinas pueden ayudar a que esto no ocurra, en realidad la función principal de las mismas no es esa sino el ayudar a capturar la poca humedad que hay en ambiente de los lugares donde crece.
Doble función: captar humedad y ayudar a la planta
Según apuntan los expertos en botánica, el hecho de que la mayoría de las cactáceas –nombre científico de los cactus- estén cubiertas de espinas es debido a que estas son hojas que la evolución ha modificado para que retengan el agua interior de una manera más efectiva.
También hay que tener en cuenta que la morfología de las espinas propicia que el poco rocío nocturno que se pueda producir en los lugares áridos quede condensado en las mismas y así absorber el agua hacia su interior, con el fin de acumularla para sobrevivir durante los largos periodos de clima seco y de altísimas temperaturas.
Otras de las importantes funciones que realizan las espinas es el separarse o juntarse según la necesidad de la planta. Así, se separan cuando la planta necesita absorber la luz solar y realizar la fotosíntesis, un proceso que suele hacer en las horas de menos calor para evitar que se escape o evapore el agua interior. Por el contrario, se juntan las unas con las otras en los momentos que más incide el sol, con el fin de cubrir y proporcionarse zonas de sombra.
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