EFICIENCIA ENERGÉTICA
Plantas para revolucionar nuestra vida: inventos que 'copian' al reino vegetal
Tejidos que no necesitan limpiarse, energía generada de forma limpia o mayor eficiencia de funcionamiento. Son algunas de las grandes cosas que las plantas enseñan a los humanos, y por eso intentamos copiarlas.
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Hay ciertas cosas que son normales en el mundo vegetal que para los humanos serían lo más. Apunta
Superficies siempre limpias
El impermeable más efectivo del mundo es de una planta. En concreto de la planta de jarra, un tipo de vegetal carnívoro que, tras años de evolución, ha conseguido que todos los líquidos le resbalen, literalmente.
Inspirándose en ella, ingenieros de la Universidad de Harvard han conseguido desarrollar un material que repele todo tipo de sustancias, incluidas la sangre y el aceite. Es más, la mayoría de los sólidos tampoco se adhieren a su superficie. Y se mantiene impermeable incluso en temperaturas extremas, algo que no sucedía con los materiales que intentaban imitar a las hojas de loto.
Por si fuera poco, se trata de un material que, en caso de rallarse, se autorrepara y recupera su capacidad de repeler líquidos y sólidos. Como puede ser transparente, los investigadores sueñan con emplearlo, entre otros ingenios, para fabricar ventanas, cristales de gafas y parabrisas que no necesitan limpiarse jamás.
Movimiento sin pilas
Pequeños autómatas que no necesitan baterías ni corriente eléctrica porque se desplazan impulsados exclusivamente por cambios en la humedad ambiental. Eso es lo que pretenden construir investigadores de Seúl imitando el movimiento de las semillas de los pinos y las hojas de la mimosa. Eso sí, en su caso los mini-robots tendrán patas.
Plantas solares perfectas
¿Cuál es la forma más eficiente para distribuir los paneles de una planta solar desde un punto de vista matemático? La respuesta está en una flor que lleva millones de años mirando (más o menos) a nuestra estrella, el girasol.
Las plantas solares que se basan en energía solar por concentración utilizan grandes conjuntos de espejos para concentrar calor en un punto y generar, de este modo, electricidad. Tradicionalmente, los espejos se disponen en filas de semicírculos concéntricos que recuerdan a la distribución de asientos en un teatro, pero no es una organización totalmente efectiva.
Lo óptimo sería colocar cada panel en un ángulo constante de 137 grados respecto al que le antecede. Y resulta que este patrón, conocido como espiral de Fermat, es el mismo en el que se disponen las florecillas dentro de un girasol, según concluían científicos del MIT en la revista 'Solar Energy'.
Hojas artificiales que transforman luz en energía
La fotosíntesis artificial está a la vuelta de la esquina. Se inspira ni más ni menos en el proceso por el que las plantas capturan la energía luminosa del sol y la transforman en energía química fácil de almacenar.
En concreto, en la fotosíntesis artificial la energía se almacenará en forma de hidrógeno (en lugar de azúcares, como hacen las plantas). Sustituir los combustibles fósiles por luz del sol limpia, que no emite gases a la atmósfera y está disponible en cantidades ilimitadas, revolucionaría por completo nuestra gestión de la energía.
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