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DIFERENCIAS ENTRE HOMÍNIDOS Y NEANDERTALES

¿Por qué los neandertales eran tan diferentes a nosotros?

Todos tenemos en la mente la imagen de un hombre de Neandertal, con sus mandíbulas y huesos típicamente prominentes. Pero, ¿por qué somos tan diferentes? ¿Por qué nuestra especie evolucionó con caras más planas y nuestros primos desarrollaron esas características tan sobresalientes? Un equipo internacional de científicos, entre los que se incluyen investigadores españoles, ha arrojado algo de luz sobre el misterio.

¿Por qué los neandertales eran tan diferentes a nosotros?

Reconstrucción neandertal Licencia abierta

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Un trabajo, publicado en la revista Nature Communications, revela cómo el desarrollo de la estructura ósea facial es el responsable de las diferencias entre neandertales y homínidos. Según explican los autores, después del nacimiento se produce un aumento gradual en la estratificación de los depósitos óseos de la cara para ambas especies. Mientras que en los neandertales estos depósitos óseos continúan acumulándose durante la adolescencia, en los seres humanos modernos este proceso es contrarrestado con la eliminación de hueso, por lo que resultado es una cara más plana.

¿Por qué los neandertales eran tan diferentes a nosotros?

Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron los huesos de la mandíbula superior de un joven neandertal descubierto en 1926 cerca de la Torre del diablo, por debajo de la cara norte del Peñón de Gibraltar. Estas muestras constituyen uno de los pocos restos descubiertos hasta ahora de niños neandertales, y debido a esto han sido de gran ayuda para los investigadores a la hora de llenar los vacíos de conocimiento que se poseen sobre algunos rasgos característicos de los hombres de Neandertal.

“Este estudio demuestra que, sin lugar a dudas, los humanos modernos crecieron de forma diferenciada de sus ancestros y parientes cercanos,  y somos nosotros “los raros”, explica  Paul O’Higgins, investigador en la Universidad de York y uno de los autores del estudio.

“Esta diferencia en el crecimiento explica, al menos en parte, los fenómenos de reducción de la cara que se produjeron en los últimos 200.000 años”, añade. Y es que tanto los neandertales como sus posibles ancestros - los homínidos de 400.000 años de edad encontrados en la Sima de los Huesos (Atapuerca)-, presentan patrones de crecimiento similares, aunque con pequeñas diferencias. Y se parecen mucho más entre sí que a los humanos modernos.

“Si bien es emocionante saber que nuestro patrón de crecimiento es único, esto también plantea muchas preguntas: ¿por qué los rostros de nuestros antepasados eran tan grandes y saltones? ¿De qué forma el desarrollo de una cara más pequeña dio lugar a otras características típicas de los humanos modernos? Esperamos poder resolver todas estas cuestiones en el futuro”, concluye O’Higgins.

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