COMPARTIMOS UN 96% DEL ADN PESE A LAS DIFERENCIAS
¿Por qué nuestro cerebro es más grande que el de un chimpancé?
Un pequeño e insignificante trozo de ADN en una región 'basura' de las células puede condicionar su tamaño. Tras extraerlo del genoma del ser humano y de chimpancés e insertarlo en embriones de ratón, se ha podido comprobar la diferencia evidente entre sus cerebros.
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Hace ya un tiempo, un grupo de científicos llegaron a la conclusión de que los chimpancés y los humanos teníamos en común el 99% de nuestros genes. El porcentaje bajaba al 96% de similitud si teníamos en cuenta la organización en una y otra especie. En cualquier caso, a pesar de esta cercanía genética, las diferencias son abismales, sobre todo en ciertas partes tan importantes como el cerebro.
El órgano pensante de los humanos es mucho más grande en volumen y, además de tener más neuronas, dispone de una mayor cantidad de conexiones entre las ellas. Y lo más importante: todo ello nos permite razonar de manera abstracta, comunicarnos de forma más eficiente y, a fin de cuentas, ser más listos que los chimpancés.
Pero, ¿por qué si tenemos un ADN tan parecido nuestros cerebros son tan distintos? En la Universidad de Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos), han encontrado la parte de unos genes que parece esconder uno de los secretos de nuestro cerebro: por qué es tan grande.
Para hallar este minúsculo trocito, Debra Silver y sus colegas descartaron ese 96% de similitud de ADN, y fueron directamente a por el 4% restante. Pusieron especial interés en un segmento, el conocido como HARE5, cerca de un gen que se sabía que estaba implicado en el desarrollo del cerebro. Tras extraerlo del genoma humano y del de los chimpancés, lo insertaron en embriones de ratón y midieron cuánto creció su cerebro.
El resultado fue contundente. Midieron el tamaño de sus sesos justo antes de nacer. Los de los ratones con el trozo de genoma humano eran aproximadamente un 12% más grandes que aquellos con el segmento de chimpancé, según la investigación publicada en 'Current Biology'. En otras palabras, "HARE5 parece promover la capacidad de crear más neuronas y aumentar el tamaño del cerebro" apunta Silver.
Pero ahí no queda todo. Resulta que el segmento de ADN utilizado no se encuentra precisamente en una zona "importante", sino en una de las conocidas como ADN basura (aquellas secuencias que no generan proteínas). En palabras de la propia neurobióloga, "tenemos muy poca información científica sobre las funciones reales de esas regiones". Sin embargo, cada vez más estudios demuestran que son esenciales en el desarrollo.
Los científicos creen que se trata solo de la punta del iceberg y que probablemente sea "una de las muchas regiones de ADN fundamentales para el control de cómo se desarrolla el cerebro humano".
Evidentemente, la investigación no solo podría servir para engendrar superratones de cerebros gigantes, sino que permitirá entender el desarrollo del cerebro y podría ser la base para futuros tratamientos de enfermedades neurodegenerativas.
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