CAMBIO CLIMÁTICO
¿Qué pasaría si la Antártida se deshelara?
Un equipo de investigadores analiza los datos de uno de los periodos de mayor deshielo en la historia reciente de la Antártida, para hacerse una idea de lo que podría pasar con los ecosistemas locales.
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Una de las grandes preguntas que se hace la humanidad es qué es lo que sucederá cuando los hielos de la Antártida se fundan.
Aunque existen modelos que dictan algunos de los sucesos que podrían seguir al deshielo, como un gran aumento del nivel del mar, hay quien se pregunta qué es lo que pasaría con los ecosistemas locales.
Eso es lo que ha tratado de averiguar un equipo de científicos que se encuentra haciendo estudios en el continente helado desde hace más de 20 años y para ello se han aprovechado de un experimento natural ocurrido entre los años 2001 y 2002.
Durante este periodo, coincidieron dos ciclos climáticos, la oscilación antártica y El Niño, lo que produjo una temporada particularmente cálida en la Antártida, con uno de los periodos deshielo de mayor impacto de las últimas décadas.
El deshielo de los glaciares, el adelgazamiento de la capa de hielo perenne de los lagos y los cambios en el hielo marino fueron un experimento natural que ofreció a los científicos una idea de cómo podría evolucionar este continente ante la ausencia de hielo.
Los investigadores pertenecen a dos estaciones de investigación localizadas en la costa antártica y en una fría región desértica. La estación Palmer, situada en la costa, estudia la influencia del hielo en la ecología marina y las cadenas alimenticias de los ecosistemas costeros.
En la otra estación, llamada McMurdo, los investigadores estudian la evolución de los ecosistemas terrestres y de agua dulce de los valles secos de la Antártida, un desierto polar sin hielo donde el agua proviene de la fusión de los glaciales.
Durante este periodo anómalo las condiciones atmosféricas en la estación Palmer provocaron que se formara una capa de hielo de mar más gruesa en el borde de la península, cuya posterior fusión liberó grandes cantidades de agua dulce y algas de hielo directamente en las capas superiores del océano.
Esta abundante cantidad de nutrientes provocó a su vez que se formara una gran cantidad de algas en primavera, con el consiguiente aumento de la población de krill antártico, principal fuente de alimento de pingüinos, ballenas, focas, peces y aves marinas.
Efecto sobre los pingüinos
Precisamente, los pingüinos fueron una de las especies directamente afectadas por esta periodo especialmente cálido.
La llegada más temprana de la primavera, junto con las grandes nevadas del invierno, provocó que se inundaran los nidos de los pingüinos adelaida, que son los que anidan más temprano durante esta época del año.
Esto ofreció, sin embargo, una ventaja a los que anidan más tarde, como los pingüinos juanito o los barbijo.
Más al sur, en los valles secos de McMurdo, la súbita llegada de un viento cálido y seco rápidamente derritió los glaciares de las montañas, limpiando los ríos y elevando los niveles del lago.
La capa gruesa de hielo característica del lago, que suele tener un espesor de entre 4 y 6 metros, también adelgazó rápidamente, permitiendo la llegada de más luz del sol a las capas superiores de agua, donde se desarrolla el plancton.
Los investigadores destacan que los efectos físicos de esta anomalía climática fueron transitorios en las zonas costeras. Sin embargo, en McMurdo, este fenómeno marcó el inicio de un periodo de casi 10 años en los que los niveles de los lagos no han dejado de aumentar.
Según aseguran los autores de la investigación, publicada en la revista BioScience, “a medida que el calentamiento de la Antártida continúe, podemos esperar ver nuevos y desconocidos puntos de inflexión que pueden llevar a cambios adicionales en la estructura y función de estos ecosistemas dependientes del hielo”.
Sin embargo, cabe destacar que nuestra comprensión de cómo evoluciona el hielo antártico es más limitado que en el ártico y pese a que “las regiones polares se están calentando más rápidamente que las latitudes más bajas y los modelos climáticos predicen que esta tendencia continuará en las próximas décadas”, tal y como aseguran los investigadores, es importante recordar que el hielo antártico ha crecido durante los últimos años.
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