ESTUDIO PUBLICADO EN LA REVISTA SCIENCE
¿Por qué los viajes de las aves migratorias son cada vez más peligrosos?
Según un nuevo estudio, tan solo el 9% de las aves migratorias del mundo cuenta con hábitats protegidos adecuadamente a lo largo de su trayecto.
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Muchas de las aves que observamos en nuestros campos y ciudades no viven allí todo el año, sino que efectúan largos desplazamientos para pasar cada estación en las mejores condiciones posibles. Se trata de viajes largos, larguísimos, y durante los mismos las aves necesitan detenerse a descansar y a alimentarse para coger energías. El problema es que, en la mayoría de los casos, estas valientes viajeras tienen dificultades para encontrar zonas apropiadas en las que realizar sus paradas.
Un estudio publicado en la revista Science denuncia que más del 90% de las especies de aves migratorias se encuentran amenazadas debido a una inadecuada protección de los hábitats por los que pasan en sus desplazamientos. Esto se une al hecho de que más de la mitad de especies de aves migratorias del mundo han sufrido fuertes declives poblacionales en los últimos 30 años.
El equipo de investigadores, de la Universidad de Queensland (Australia), analizó más de 8.200 áreas de reconocida importancia a nivel internacional para las aves y para biodiversidad, y encontró que solo el 22% de las mismas están completamente protegidas. Además, los resultados revelaron que en muchas zonas de China, India, y ciertas partes de África y Sudamérica existen importantes vacíos en materia de conservación, un hecho preocupante pues muchas rutas migratorias pasan por allí.
Otro de los datos indica que, de las 1.451 especies de aves estudiadas, 1.324 tienen una protección inadecuada en parte de su ruta migratoria y 18 de ellas no cuentan con ninguna protección en sus áreas de alimentación. “Hablamos de especies como la aguja colipinta, que realiza desplazamientos superiores a los 10.000 kilómetros, o el charrán ártico, que a los largo de su vida vuela una distancia equivalente a ir y volver tres veces a la Luna”, explica Claire Runge, uno de los autores. En el caso de la aguja colipinta, los investigadores han descubierto que, si bien sus áreas de alimentación están adecuadamente protegidas, los hábitats intermareales, que utiliza para descansar a lo largo de su viaje, están disminuyendo progresivamente.
Según los autores, el estudio nos alerta de la necesidad urgente de coordinar la protección sobre las rutas completas de migración de las aves. “No importa lo que hagamos para conservar en Australia o en Europa”, explica Richard Fuller, otro de los participantes en el trabajo. “Si estas aves están perdiendo sus hábitats en otros lugares donde pasan parte del año, van a seguir amenazadas”.
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