COMPARTIMOS GENES
La respuesta de por qué nos gusta hacer la siesta la tienen las moscas
El 70% de los genes de las moscas tienen su homólogo en el ADN humano. Por eso no es extraño que compartamos algunas conductas que lograrían explicar el porqué de nuestro reloj biológico.
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Estos insectos se despiertan por la mañana, se echan la siesta por la tarde y duermen por la noche. Todo un ciclo de 24h que es igual al nuestro. Por lo tanto hay un gen que compartimos de forma equivalente. De hecho se ha descubierto que las moscas son mucho más importantes para la ciencia de lo que parece a simple vista. También se investigan con ellas los cambios que se producen en los genes en relación con el cambio climático.
Por su ADN tan semejante al ser humano se están tratando de crear unas 15.000 cepas de moscas transgénicas. Estas servirán para investigar genes concretos con el fin de conocer mejor nuestro cuerpo.
Su importancia es tal que hasta han viajado al espacio para estudiar cuales serían los cambios que experimentan estos insectos en el entorno espacial. El estudio se llama Comportamiento y Expresión Genética de la Drosophila en Microgravedad.
Para los drosofilistas, los encargados de estudiar a las moscas, comentan que estos seres han enseñado más sobre los procesos genéticos que cualquier otro organismo complejo.
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