LA MEDICINA TRADICIONAL AMENAZA OTRA ESPECIE
Los últimos rinocerontes de Sumatra
Un estudio alerta sobre la situación crítica de los rinocerontes de Sumatra señalando que en la actualidad solo viven en estado salvaje un centenar de ejemplares. Los investigadores recomiendan crear zonas de protección para garantizar la supervivencia de esta especie y que no se extinga como sucedió en 2010 con el rinoceronte de Java.
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Cien ejemplares. Eso es lo que queda de una de las especies de rinocerontes más pequeñas del mundo, el rinoceronte de Sumatra (Dicerorhinus sumatrensis). El pasado agosto esta especie se declaró extinguida en Malasia tras los infructuosos esfuerzos de los conservacionistas por salvar los pocos que aún quedaban en esta región. Ahora, estos cien ejemplares luchan por mantenerse en Sumatra (la mayor isla de Indonesia), mientras los expertos urgen al gobierno local para que tome medidas que permitan sobrevivir a esta especie.
La caza furtiva ha reducido esta especie a la mitad en los últimos cinco años. Sus cuernos son especialmente valorados para su uso en la medicina tradicional China, llegándose a pagar por ellos hasta los 25.000 euros el kilo. El rinoceronte de Sumatra se une así a una larga lista de animales en peligro de extinción debido a la medicina tradicional.
Pero no todo está perdido para estos rinocerontes. Un equipo de investigadores de la Universidad de Massachusetts, junto a la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre (WCS por sus siglas en inglés), ha conseguido identificar las áreas principales que ocupan los grupos supervivientes. La principal propuesta extraída de su estudio, publicado en la revista 'PLOS', es que “algunas subpoblaciones pueden ser demasiado pequeñas para sobrevivir por su cuenta, por lo que es vital consolidar una sola población protegida”.
Para ello los expertos consideran que se deberían crear áreas de protección intensiva que habría que proteger con recursos humanos, además de identificar y controlar a todas las hembras fértiles que aún viven. “Hemos desarrollado mapas explícitos que se pueden utilizar para delinear zonas de protección intensiva y proporcionar una evaluación detallada de la conservación de los rinocerontes”, aseguran los autores del estudio.
Sin embargo, los investigadores también reconocen que la idea de mantener a los rinocerontes salvajes en su hábitat natural cada vez tiene “menos apoyos” entre la comunidad conservacionista y que “cada vez hay más presión para sacar a los rinocerontes de la selva y desarrollar un programa de cría en cautividad que pueda salvar a la especie”.
Este pesimismo está justificado por la presión humana que reciben los espacios naturales en Indonesia. Con una población de más de 50 millones de personas y con un ritmo de crecimiento del 2,4% anual, el gobierno ha propuesto un plan de desarrollo que convertiría a Sumatra en el centro de producción de recursos naturales y la reserva de energía de la nación. Según los investigadores, este plan de desarrollo tendría un “gran impacto” sobre los rinocerontes, ya que “la construcción de nuevas carreteras facilitaría el acceso de los furtivos” a las áreas donde viven estos animales.
Aún así, los investigadores insisten en que “aún no es demasiado tarde para conservar los rinocerontes de Sumatra mediante la protección de sus poblaciones salvajes”. Estos científicos advierten además que se debe calcular el coste de no hacer nada, “tal y como ocurrió con el rinoceronte de Java”.
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