ACTIVIDAD FÍSICA
El ejercicio ayuda a pacientes con cáncer de colon a extender la esperanza de vida
"Esta nueva información puede ayudar a los pacientes a entender cómo los factores que pueden controlar, como sus niveles de actividad física, pueden tener un impacto significativo en su pronóstico a largo plazo", señala un nuevo estudio.
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No es necesario redundar en los beneficios del ejercicio en nuestra salud física y mental, siempre que nuestro estado sea saludable. Lo positivo es que, con ciertos controles lógicos de esfuerzo, tiempo y resistencia, la actividad física también está demostrando cada vez más efectos positivos en pacientes con diferentes tipos de tumores. Por ejemplo, practicar deportes, aunque sean de bajo impacto, ayuda a combatir la caquexia (pérdida de masa muscular) propia de quienes han pasado por un tratamiento antitumoral.
Bastan apenas 30 minutos diarios de ejercicio de bajo impacto (caminar por ejemplo) para aumentar la proporción de glóbulos blancos, los responsables de enfrentarse a los tumores que provocan el cáncer de mama.
Ahora, un nuevo estudio se centra en los efectos globales de la actividad física puede ayudar a los supervivientes de cáncer de colon a lograr tasas de supervivencia a largo plazo similares a las de la población general. Esas son las conclusiones de un análisis publicado en CANCER, una revista revisada por pares de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Las personas con cáncer de colon, el tumor más frecuente en España, se enfrentan a tasas más altas de mortalidad prematura que las personas sanas, si se comparan por sexo y edad. Para evaluar si el ejercicio era capaz de reducir esta disparidad, un equipo de científicos, liderados por Justin C. Brown, de la Universidad Estatal de Luisiana, analizó datos de dos ensayos postratamiento en pacientes con cáncer de colon en estadio 3, con un total de 2.875 pacientes que informaron sobre la actividad física después de la cirugía del cáncer y la quimioterapia.
Para todos los voluntarios, la actividad física se basó en horas equivalentes metabólicas (MET) por semana. Las pautas de salud recomiendan 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana, lo que se traduce en aproximadamente 8 horas MET por semana.
Los análisis demostraron que aquellos pacientes que, tres años después de terminar su tratamiento, realizaban tres o menos horas MET de ejercicio por semana, no veían una variación muy significativa respecto a aquellas personas que no tuvieron cáncer de colon.
Sin embargo, si las horas de ejercicio aumentaban solo una hora y se encontraban entre las 4 y las 18 horas MET, los supervivientes de cáncer que estaban libres de tumores al tercer año y hacían ejercicio regularmente lograron tasas de supervivencia posteriores incluso mejores que las observadas en la población general emparejada.
"Esta nueva información puede ayudar a los pacientes con cáncer de colon a entender cómo los factores que pueden controlar, como sus niveles de actividad física, pueden tener un impacto significativo en su pronóstico a largo plazo – señala Brown en un comunicado -. Además, el personal médico y de salud pública y los responsables de las políticas siempre están buscando nuevas formas de comunicar los beneficios de un estilo de vida saludable. Cuantificar cómo la actividad física puede permitir que un paciente con cáncer de colon tenga una experiencia de supervivencia similar a la de sus amigos y familiares sin cáncer podría ser una pieza de información simple pero poderosa que se puede aprovechar para ayudar a todos a comprender los beneficios de la actividad física para la salud".
¿Cuál es el ejercicio más adecuado para pacientes con cáncer? Obviamente depende de muchos factores, como el tipo de cáncer, la terapia a la que fue sometido el paciente, la edad, el estado físico... Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) recomiendan de todos modos algunas prácticas comunes. La primera de ellas es comenzar con una intensidad baja y siempre mantener informado al oncólogo. Pero también señalan que "el ejercicio aeróbico, el entrenamiento de resistencia o una combinación de ambos y las formas de ejercicio de atención plena como el yoga y el Tai Chi Chuan son eficaces para ayudar a los pacientes con cáncer a afrontar su enfermedad, mejorar la recuperación y aumentar la calidad de vida general". Sea cuál sea hay dos factores fundamentales: consulta con el profesional y constancia.
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