PARASITA LAS ORUGAS
Este hongo tiene la capacidad de frenar el cáncer
Conocido como hongo oruga, produce una sustancia química que evita el crecimiento de las células cancerosas.
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La mayor fuente de fármacos que utilizamos los humanos proviene de la naturaleza. Desde las más sencillas, como la corteza de ciertos árboles (aspirina) hasta bacterias capaces de producir antibióticos. Pero el porcentaje de sustancias que se han descubierto en la naturaleza aumenta constantemente. Y precisamente eso es lo que ha ocurrido ahora gracias al hallazgo de una sustancia presente en el hongo oruga (Cordyceps militaris).
Los hongos oruga, crecen como parásitos de estos animales y son famosos en Asia como una opción de alimento saludable y también se valoran en la medicina tradicional. Estudios científicos han demostrado que C. militaris contiene una proteína que induce la apoptosis in vitro a través de una vía dependiente de la mitocondria. En pocas palabras, se sabía que detenía el crecimiento descontrolado de células (una característica del cáncer), pero se desconocía exactamente cómo y porqué.
Ahora, un nuevo estudio publicado en Febs Letters y liderado por Cornelia de Moor, señala que una sustancia química producida por este hongo oruga que ha demostrado ser prometedora como posible tratamiento contra el cáncer. El descubrimiento es un paso importante hacia el desarrollo de nuevos medicamentos para el tratamiento de la enfermedad.
El equipo de Moor ha revelado cómo podría funcionar como tratamiento contra el cáncer al interrumpir las señales de crecimiento celular que son hiperactivas en el cáncer. Esta opción sería mucho mejor que los tratamientos actuales debido a sus casi nulos efectos secundarios.
La clave está en la cordicepina, uno de los compuestos presentes en estos hongos. Utilizando técnicas de alto rendimiento (comparar grandes conjuntos de datos en un tiempo breve), el equipo de Moor analizó los efectos de la cordicepina en la actividad de miles de genes en múltiples líneas celulares. La investigación comparó los efectos de la cordicepina con los de otros tratamientos.
Esto permitió comprender que la cordicepina funciona actuando sobre las vías de inducción del crecimiento de la célula. Y lo hace en todos los casos analizados.
El mecanismo que permite esto, hasta ahora ignorado, también ha sido revelado en el estudio. La cordicepina, de acuerdo con los resultados, se convierte en trifosfato de cordicepina, un análogo del transportador de energía celular ATP, básicamente el interruptor de la energía que provoca el crecimiento celular y, por lo tanto, la molécula que puede afectar directamente a las células cancerosas.
"Llevamos varios años investigando los efectos de la cordicepina en una serie de enfermedades y, con cada paso que damos, nos acercamos más a comprender cómo podría utilizarse como tratamiento eficaz – explica Moor en un comunicado -. Nuestros datos confirman que la cordicepina es un buen punto de partida para nuevos medicamentos contra el cáncer y explican sus efectos beneficiosos".
Por ejemplo, los derivados de la cordicepina podrían tener como objetivo producir la forma trifosfato del fármaco para tener el mismo efecto. Además, los datos ayudarán a controlar los efectos de la cordicepina en los pacientes, ya que nuestros datos indican genes particulares cuya actividad responde de manera fiable a la cordicepina, lo que podría medirse, por ejemplo, en las células sanguíneas.
Teniendo en cuenta que este hongo es capaz de desarrollarse infectando a diferentes insectos y que se reproduce en todo el hemisferio norte (entre agosto y noviembre en Europa), su uso y producción no dependería tanto de laboratorios que deban producirlo, como de los cultivos directamente. Esto, si los resultados se confirman en humanos, facilitaría mucho su llegada como opción terapéutica, ya que están aprobados gracias a su uso como alimento.
Si a eso le sumamos sus casi nulos efectos secundarios, la perspectiva del hongo oruga como agente terapéutico es no solo muy alta. También muy buena.
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