CURIOSIDAD
Este es el tiempo máximo que puede estar llorando una persona
Cuando lloramos, la cantidad de sangre que le llega a nuestro cerebro se incrementa en un 25%, lo que hace que estemos más cansados.
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Una de las emociones más desagradables que puede llegar a experimentar el ser humano es la tristeza y una de las reacciones más habituales de este sentimiento es llorar. Sin embargo, quizás no te lo hayas llegado a preguntar nunca, pero existe un tiempo máximo en el que una persona puede estar llorando.
La respuesta a esta pregunta la tiene el Doctor Eduardo Calixto, experto en neurociencia. En una entrevista, ofreció mucha información acerca del funcionamiento de la mente humana y las reacciones que puede albergar. Una de las más interesantes fue la que te tenía que ver con el llanto. Y es que el ser humano no puede llorar más allá de doce minutos de forma continuada.
Álvaro Fernández, el conocido Farmacéutico Fernández de TikTok publicaba recientemente un vídeo sobre ello y explicaba que, si alguna vez piensas que has estado llorando más de ese tiempo, lo más seguro es que, entre llanto y llanto, hayas hecho algún que otro descanso.
La explicación tiene que ver con la energía que nuestro cuerpo gasta al llorar. Y es que se trata de la emoción que más glucosa gasta. De normal, a nuestro cerebro le llega aproximadamente un litro de sangre por minuto. En cambio, cuando lloramos, esa cantidad se incrementa en un 25%, lo que hace que se oxigene más y terminemos tan cansados que a los doce minutos nuestro cuerpo dice: ¡Basta!
Lo que ocurre después de llorar
No obstante, llorar no solo tiene factores negativos. Cuando llegamos a esa situación, es natural sentir una sensación de alivio y bienestar al terminar. Esa sensación de desahogo viene provocada por la liberación de endorfinas. Estas son encargadas de provocar que el ser humano sienta una emoción tan contrapuesta como es el placer. Lo que significa que, tras un mar de lágrimas, se esconde una sensación de disfrute posterior. "Ese neurotransmisor que se libera se llama betaendorfina y es la que está regulando el placer", explica Calixto.
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