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AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Este es el único propósito de Año Nuevo que tienes que cumplir

El inicio de un nuevo año supone poner a cero los marcadores. Hacemos balance para determinar si este nos ha ido bien o mal y, según la respuesta, le pedimos al que viene que sea igual o mejor.

¿Cuántos propósitos has podido cumplir?

¿Cuántos propósitos has podido cumplir? iStock

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Si te has parado un momento a reflexionar sobre cómo ha ido tu vida a lo largo de estos 365 días, habrás hecho recuento de los propósitos incumplidos. Seguro que, con el mejor de los ánimos, escribiste una larga lista de cosas que debías hacer y que has terminado olvidando. Hacer más deporte, ponerte las pilas con los idiomas, dejar de fumar… ¿Te suenan? ¿Cuántos has podido tachar de la lista?

Omar Villar, psicoterapeuta, sugiere que a la hora de redactarlos seamos realistas: “Las normas generan rebeldía, incluso en nosotros mismos. Por eso, no es lo mismo decir ‘debería hacer deporte’, que decir ‘quiero hacer deporte’, lo quiero porque me siento bien, porque me siento a gusto cuando salgo del gimnasio, estoy de mejor humor, y si me como una hamburguesa la disfruto sin culparme”. Villar advierte que llevemos cuidado con esos deseos, ya que pueden venir impuestos desde fuera a través de mensajes de la familia, la publicidad o la cultura en la que vivimos. El psicoterapeuta indica que no pasa nada por no tener propósitos, pero que quejarnos no nos servirá de nada.

Según Villar, no existe una receta mágica que nos ayude a superar la frustración o a aceptar lo que nos ocurre, pero considera que una buena herramienta es la meditación. Esta “nos ayuda a poner conciencia en el presente, a aceptar la vida como viene, a poner en duda nuestros pensamientos incesantes, nuestros ‘deberías’. Meditar nos ayuda a estar felices”.

Para ello, Omar Villar recomienda centrar la atención en la respiración durante veinte minutos al día. Esto genera cambios estructurales en el cerebro, fortaleciendo las partes prefrontales del cerebro, encargadas de la resolución de problemas, el control de los impulsos, la regulación emocional, la empatía y la moralidad.

El único propósito de Año Nuevo que tienes que cumplir es descubrir qué es lo que quieres realmente. Aislarte cada día durante unos minutos del mundo, el trabajo y el teléfono móvil para escucharte y disfrutar de tu compañía: “Respira con conciencia, siente que estás vivo, date cuenta de que tu cabeza no se calla nunca pero que tú eres mucho más que todo ese pensamiento”.

De esta forma, quizás el año que viene, estés listo para llevar a cabo esos “deberías” que pospones o a lo mejor descubres que ya no los necesitas.

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