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¿ADIÓS A LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN DE DARWIN?

Un estudio demuestra que no sobrevive el más fuerte, sino el más perezoso

La teoría de la evolución de Darwin afirma que sólo la especie más fuerte sobrevive. Sin embargo, según un nuevo estudio realizado por un investigador de la Universidad de Kansas, esta afirmación podría ser totalmente distinta. Los perezosos, es decir, los que tienen un metabolismo más lento, viven más tiempo.

Un estudio demuestra que ser perezoso puede ser una ventaja evolutiva

Un estudio demuestra que ser perezoso puede ser una ventaja evolutiva Agencias

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"¿Se podría estudiar la probabilidad de extinción de una especie en base al consumo energético de su organismo?". Esa fue la pregunta que despertó la curiosidad de Luke Strotz, investigador de la Universidad de Kansas y autor de un reciente estudio sobre la teoría de la evolución. Según sus hallazgos, parece ser que los más fuertes no tienen por qué ser los que sobreviven, sino que serían aquellos que tienden a ahorrar fuerzas. Lo que podría llamarse "la supervivencia del más vago".

De acuerdo a biólogos evolutivos, los especímenes que usan gran cantidad de energía de manera diaria durante sus vidas se extinguen más rápido que aquellos animales menos energéticos. Aunque las causas de la extinción son variadas y complejas, el trabajo que se publicó desarrolla la idea de que los animales usan la energía para crecer y mantener sus tejidos corporales. Es por eso que las especies que emplearon menos energía tienen más probabilidades de sobrevivir.

El estudio de la Universidad de Kansas analizó 299 especies de bivalvos y gasterópodos, como caracoles marinos, babosas de mar, mejillones y vieras, que han poblado el Atlántico en los últimos 5 millones de años. Los científicos han llegado a la conclusión de que aquellas especies que mejor sobreviven son las que tienen un metabolismo más lento.

"Hemos encontrado una diferencia entre las especies de moluscos que se han extinguido a lo largo de los pasados 5 millones de años y los que aún siguen existiendo a día de hoy", detalla Strotz. "Los que desaparecieron tienden a mostrar tasas metabólicas más altas que aquellos que todavía viven". Por lo tanto, el investigador concluye que "aquellos que requieren menos energía para mantenerse parecen tener más probabilidades de sobrevivir que los organismos con tasas metabólicas más elevadas", según recoge la CNN.

Este descubrimiento va a ayudar a comprender mejor los mecanismos que conducen a la extinción de las especies y a determinar mejor la probabilidad de que desaparezcan. Además, según Strotz sirve como una "nueva herramienta" para pronosticar mejor qué especies están más en riesgo de extinción debido al cambio climático.

Otro detalle que llama la atención del estudio es que el tamaño del hábitat también juega un papel relevante en la supervivencia. Los animales que viven enclaustrados tienen más papeletas de extinguirse que aquellos que están desperdigados a lo largo y ancho del océano.

Ahora el objetivo de este grupo de investigadores es ampliar su estudio, es decir, investigar si el metabolismo es fundamental en las tasas de extinción de otros animales, incluido mamíferos.

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