OBSERVAR EL CLIMA ESPACIAL
Una eyección solar impacta contra el satélite que observa Venus
El satélite Solar Orbiter realizó una maniobra que le acercaba más al Sol, pero este lanzó una enorme "eyección de masa coronal".
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El 30 de agosto, una gran eyección de masa coronal salió disparada del Sol en dirección a Venus. No mucho después, la tormenta llegó a dicho planeta, afectando también al Solar Orbiter, el satélite de la Agencia Espacial Europea -ESA- y la NASA que monitorea in situ el clima espacial y sus efectos en los cuerpos y las naves que viajan por el sistema solar.
El evento se produjo el pasado 4 de septiembre, cuando el satélite Solar Orbiter realizó su tercer sobrevuelo sobre Venus. Pasó a 12.500 kilómetros del centro del planeta; es decir, a unos 6.000 kilómetros de su "superficie" gaseosa.
Este acercamiento, así como su ángulo de aproximación y la velocidad a la que se produjo fueron calculados meticulosamente por la NASA y la ESA. Así lograron acercar el satélite hacia la superficie de Venus y, a la vez, lograr la mayor aproximación al Sol nunca antes hecha.
"Al intercambiar 'energía orbital' con Venus, Solar Orbiter ha utilizado la gravedad del planeta para cambiar su órbita sin necesidad de grandes cantidades de combustible caro. Cuando regrese al Sol, el acercamiento más cercano de la nave espacial será de unos 4,5 millones de kilómetros más cerca que antes", explicó José Luis Pellón Bailón, gerente de operaciones de Solar Orbiter de la ESA.
Como señala la ESA, afortunadamente "no hubo efectos negativos" en el Solar Orbiter tras la "eyección de masa coronal" del Sol, ya que el satélite está diseñado para resistir esos estallidos violentos de dicha estrella. Sin embargo, estas eyecciones de masa coronal sí afectan a Venus erosionando su atmósfera y eliminando los gases que en ella hay.
Qué se puede aprender de una tormenta solar
Después de recibir la eyección, el Solar Orbiter envió a la Tierra datos que había recopilado durante la tormenta. En ellos se ve cómo cambió su entorno a medida que pasaban por la eyección, aunque en ese momento algunos de sus instrumentos se apagaron para evitar daños y protegerlos de la luz solar reflejada en Venus.
Los instrumentos del Solar Orbiter que se mantuvieron encendidos registraron un aumento de las partículas energéticas solares a su alrededor. Estas partículas, que son protones, electrones y átomos ionizados como el helio, pueden salir despedidas desde la estrella a gran velocidad, suponiendo un riesgo de radiación para naves espaciales y astronautas.
Esta eyección coronal muestra la dificultad que tienen los expertos para observar el clima espacial. Sin embargo, la misión de Solar Orbiter es seguir observando el Sol y su comportamiento, así como el viento que produce y su campo magnético, para conocer más acerca de la estrella sobre la que gira la Tierra.
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