RETROALIMENTACIÓN FACIAL
Fingir una sonrisa nos hace más felices
Se trata de un efecto de "empatía en cascada" que se explica en un reciente estudio.
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Hay reglas no escritas pero que todos deberíamos respetar. Si un niño te da un teléfono, finges que hablas con alguien, si una niña te "dispara" con un palo, simulas que te caes. Son reglas universales. Algo parecido ocurre con la sonrisa: si alguien nos sonríe, nuestro rostro automáticamente genera (o al menos debería) una sonrisa.
Los humanos corrientes lo llamamos empatía, pero para los científicos es la teoría de la encarnación emocional, la hipótesis de la retroalimentación facial que sugiere que las experienciassubjetivasdeemoción de los individuos están influenciadas por sus expresiones faciales. Lo interesante es que esta retroalimentación no solo funciona con otros, también con nosotros mismos: si sonreímos nos sentimos más felices y, por el contrario, si fruncimos el ceño, nuestro ánimo desciende (seguro que ahora mismo estás probando ambos gestos).
Los científicos señalan que esto se debe a que las expresiones faciales brindan retroalimentación sensoriomotora que contribuye a la sensación de una emoción (en pocas palabras nuestros músculos faciales influyen en las emociones). También sirven como una señal que usamos para dar sentido a las emociones: la sonrisa es una forma de decir que estamos felices y el ceño fruncido todo lo contrario.
Estos gestos influyen en otras respuestas corporales relacionadas con la emoción (como la activación del sistema nervioso central) y también en el procesamiento de los estímulos emocionales, es decir cómo nuestro cuerpo procesa las emociones, antes que se hagan patentes en nuestro rostro.
Lo verdaderamente interesante de la teoríaderetroalimentaciónfacial es que en ella se basan otras que sostienen, por ejemplo que nuestra experiencia emocional (cómo vivimos las emociones), tiene relación directa. En pocas palabras, lo que mostramos en nuestro rostro influye en el procesamiento cerebral de las emociones. Y viceversa. Tan importante es esto que sería una herramienta para ayudar a controlar la angustia mejorar nuestro bienestar emocional y reducir la depresión.
Pero… ¿funciona esto en todo el planeta? ¿Es algo inherente a los humanos o es propio de ciertas culturas? Para responder a estas preguntas, un equipo internacional de científicos, liderados por Fernando Marmolejo-Ramos, entrevistó a casi 4.000 voluntarios de 19 países diferentes y le pidieron que realizaran gestos con el rostro que amplificaran o iniciaran sentimientos de felicidad, como la sonrisa.
Los voluntarios fueron evaluados en tres técnicas diferentes: imitar las expresiones faciales de los actores que se ven en las fotos; mover las comisuras de la boca hacia las mejillas usando solo los músculos faciales y la técnica de 'pluma en la boca' que mueve los músculos faciales en una forma de sonrisa simulada, como si sostuviéramos una pluma en el labio superior que no quisiéramos que se caiga.
Los resultados, publicados en 'Nature', confirman la hipótesis del equipo de Marmolejo-Ramos. "Si bien las personas responden naturalmente de manera diferente a las situaciones adversas, es alentador pensar que podemos influir en nuestras emociones simplementeponiendounacarafeliz – explica el propio autor en un comunicado – . Durante mucho tiempo se había debatido si podemos influir en nuestras emociones simplemente moviendo nuestros músculos faciales, pero hasta ahora, no se ha acordado globalmente ninguna prueba o teoría. Nuestros resultados demuestran que la evidencia es sólida, y saber que podemos 'fingir hasta que lo logremos' es definitivamente una propuesta tranquilizadora".
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