Golpe de calor: cómo actuar ante los primeros síntomas

En plena ola de altas temperaturas, no son pocas las personas que han sufrido golpes de calor y agotamiento por el clima extremo. Te contamos cómo identificar sus síntomas, qué personas tienen más riesgo de padecerlos y cómo socorrer a una persona que haya sufrido un golpe de calor.

Antes de comenzar, repetiremos las recomendaciones que el Ministerio de Sanidad ha publicado para evitar que se produzcan estos accidentes. La primera es hidratarse aunque no tengamos sed y comer ligero y con frecuencia.

Asimismo, Sanidad también aconseja evitar estar al sol en las horas centrales del día y buscar lugares frescos a la sombra. Por último, recomienda vestir ropa ligera y no ajustada, así como utilizar gorro y gafas de sol para estar más protegidos.

Qué es el agotamiento por calor

Esta afección es menos grave que el golpe de calor, pero no por ello menos importante. Entre los síntomas que describe el ministerio para el agotamiento por calor están: dolor de cabeza; náuseas; mareos; vómitos; cansancio; sudoración, piel fría, pálida y húmeda; pulso rápido y débil y fiebre inferior a 40 grados centígrados.

Las pautas para tratar el agotamiento por calor incluyen: ir a un lugar fresco; beber agua a sorbos pequeños; aflojar la ropa y tomar baños fríos o aplicar paños húmedos. Además, Sanidad recomienda buscar atención sanitaria si se presentan vómitos, se padece alguna enfermedad crónica o los síntomas empeoran o duran más de una hora.

Qué es un golpe de calor

El golpe de calor o la insolación implica síntomas más graves. Para identificarlo, Sanidad enumera unos cuantos síntomas: piel caliente y enrojecida; puede no haber sudoración; respiración y pulso acelerado y fuerte y fiebre superior a 40 grados. Además se pueden presentar convulsiones, alucinaciones, irritabilidad, cambios del comportamiento y alteración nivel de conciencia o desmayo.

Cómo socorrer a una persona que ha sufrido golpe de calor

El golpe de calor es una emergencia vital, por lo que la persona que esté junto con quien lo padezca deberá llamar inmediatamente a los servicios de emergencias, al 112. Sin embargo, mientras llega la ambulancia y los facultativos, la persona acompañante puede dirigir al individuo que ha sufrido el golpe de calor a un lugar fresco.

Ya en ese sitio deberá intentar bajar su temperatura, ayudándose con paños fríos puestos en la nuca, las axilas o las ingles o dándole un baño con agua fría. Mantener a la persona en una posición semisentada también puede ayudarle a respirar mejor. Asimismo, Sanidad recalca que no debemos dar agua ni ninguna otra bebida a una persona con un golpe de calor.

Golpe de calor: personas de mayor riesgo

Durante la ola de calor, en una semana, ha habido en España 510 muertospor las altas temperaturas. Además, 321 eran mayores de 85 años. Por ello, el ministerio recomienda visitar a las personas vulnerables o que vivan en sitios calurosos con periodicidad para recordarles las recomendaciones y supervisar su estado de salud.

Los grupos poblacionales que tienen mayor riesgo son: embarazadas, personas con autonomía limitada, con tratamientos farmacológicos, que hayan consumido alcohol o drogas y deportistas o personas que trabajen al aire libre en las horas centrales del día.

Otros grupos con riesgo son: los lactantes y menores de cuatro años, los mayores de 65, las personas que vivan en entornos muy urbanizados o en viviendas difíciles de refrigerar, las personas que vivan solas o en condiciones desfavorables y los pacientes con enfermedades crónicas (respiratorias, cardiovasculares, obesidad o diabetes, entre otras).

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