NUEVO ESTUDIO CIENTÍFICO
A la hora de hacer ejercicio, ¿qué es más efectivo: el tiempo o la distancia?
En la era de los relojes y pulseras inteligentes, controlar nuestras constantes y los pasos que damos, nunca ha sido tan fácil, pero ¿en qué debemos centrarnos?
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Hay medidas que se han convertido en un estándar de la salud: al menos dos piezas de fruta al día, dos litros de agua y 10.000 pasos diarios. Pero esas medidas son un estándar y cada una depende de nuestra edad, salud y otras variables. De hecho, los famosos 10.000 pasos bien podrían reducirse a 7.000, según la ciencia. Dado que los relojes y pulseras inteligentes y aún los teléfonos, son omnipresentes, el recuento de pasos es ahora una métrica popular entre muchas plataformas de seguimiento del estado físico. Pero también hay otra medida…
Las directrices globales vinculadas a salud, recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física de moderada a vigorosa o 75 minutos de actividad vigorosa por semana. Entonces, ¿cómo se comparan los objetivos basados en tiempo con los basados en pasos?
Un nuevo estudio realizado por científicos del Brigham and Women's Hospital, ha intentado responder a esta pregunta. Los resultados, publicados en JAMA Internal Medicine, sugieren que tanto los objetivos de ejercicio basados en pasos como en tiempo, se asocian de manera equivalente con menores riesgos de muerte prematura y enfermedades cardiovasculares. Esto significa que no es tan importante la medida como llevar a cabo el ejercicio y que este sea acorde con las preferencias personales.
"Reconocimos que las pautas de actividad física existentes se centran en la duración y la intensidad de la actividad, pero carecen de recomendaciones basadas en pasos o distancia – explica Rikuta Hamaya, líder del estudio -. Dado que cada vez más personas utilizan relojes inteligentes para medir sus pasos y su salud general, vimos la importancia de determinar cómo se comparan las mediciones basadas en pasos con los objetivos basados en el tiempo en su asociación con los resultados de salud: ¿es una mejor que la otra?".
Para el estudio, los investigadores reunieron datos de 14.399 mujeres que participaron en el Estudio de Salud de la Mujer, realizado por la Universidad de Harvard. Todas las voluntarias estaban sanas (es decir, no tenían enfermedades cardiovasculares o cáncer). Entre 2011 y 2015, se pidió a las participantes de 62 años o más que usaran dispositivos portátiles durante siete días consecutivos para registrar sus niveles de actividad física, y solo se los quitaron para dormir o realizar actividades relacionadas con el agua. A lo largo del período de estudio, se administraron cuestionarios anuales para conocer los resultados de salud de interés, en particular, muerte por cualquier causa y enfermedad cardiovascular. Los investigadores hicieron un seguimiento de los participantes hasta finales de 2022.
Los resultados mostraron que las mujeres realizaban una media de 62 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa por semana y acumulaban una media de 5183 pasos por día. Los niveles más altos de actividad física (ya sea evaluados como recuento de pasos o tiempo en actividad moderada a vigorosa) se asociaron con grandes reducciones en el riesgo de muerte o enfermedad cardiovascular: la cuarta parte más activa de las mujeres tuvo reducciones de riesgo del 30 al 40%. Esta ventaja resultó ser independiente de las diferencias en el índice de masa corporal (IMC).
Pero el equipo de Hamaya descubrió algo que es igual de importante. Si bien ambas métricas son útiles a la hora de evaluar la salud, cada una tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, es posible que el recuento de pasos no tenga en cuenta las diferencias en los niveles de condición física. Por ejemplo, si una persona de 20 años y una de 80 años caminan durante 30 minutos a intensidad moderada, el recuento de sus pasos puede diferir significativamente. Por el contrario, los pasos son sencillos de medir y menos sujetos a interpretación en comparación con la intensidad del ejercicio. Además, los pasos capturan incluso movimientos esporádicos de la vida cotidiana, no solo el ejercicio, y este tipo de actividades de la vida diaria probablemente sean las que realizan personas mayores.
"Para algunos, especialmente para los más jóvenes, el ejercicio puede implicar actividades como tenis, fútbol, caminar o trotar, todo lo cual se puede seguir fácilmente con pasos – concluye Hamaya -. Sin embargo, para otros, puede consistir en paseos en bicicleta o natación, donde la medida del tiempo es la más sencilla de cuantificar. Por eso es importante que las pautas de actividad física ofrezcan múltiples formas de alcanzar los objetivos. El movimiento es diferente para cada persona, y casi todas las formas de movimiento son beneficiosas para nuestra salud".
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