El diagnosticador que bien vale 1,6 millones de dólares

En tiempos de crisis sorprende ver que haya campañas en las que la gente done más de 1,6 millones de dólares para un proyecto médico, y más cuando no se trata necesariamente de una acción solidaria. Pero es el caso de Scanadu Scout, un diagnosticador de bolsillo que ha logrado 16 veces más dinero del que pedía.

¿Se puede conseguir 1,6 millones de dólares en menos de 60 días sólo con un prototipo? ¿Y que esas donaciones vengan de gente corriente? ¿Y que sea para un aparato médico de consumo general? ¿Y todo eso a pesar de que el precio del producto en sí acabará siendo mil veces menor? Sí, si de lo que se trata es de hacer real un dispositivo que hasta ahora sólo era real en las películas de ficción.

El nombre es más bien complicado, pero el Scanadu Scout sirve para registrar constantes vitales de forma instantánea y en cualquier lugar. Es un sensor del tamaño de un móvil que con ponerlo sobre la frente reúne todos los datos necesarios para hacer el triaje que se ejecuta al pasar de la sala de espera del médico.

Sí, es algo que has visto mil veces, pero siempre en películas futuristas: te tocan con algo y saben tu pulso sanguíneo, tu nivel de oxígeno en sangre, tu temperatura corporal, tu presión sanguínea, cómo funciona tu respiración... En total, diez segundos de contacto y mucho tiempo de ahorro para los médicos... y para ti: el dispositivo puede ir contigo en el bolso y hacerte el chequeo médico en cualquier momento y lugar.

De hecho, la idea central de este dispositivo de diagnóstico es poder llevar un diario de tus constantes vitales y mandárselas a través de internet a tu médico de cabecera, que podrá hacer un primer diagnóstico ahorrándote tanto el desplazamiento como la espera.

¿Y tiene futuro la cosa? Lo tiene, y mucho: al exitazo en su campaña de finanzación a través de IndieGoGo hay que sumar los 10,5 millones de dólares que ha conseguido a través de inversores. Ahora sólo falta esperar a que se obtengan los permisos necesarios para lanzarlo al mercado y, a partir de ahí, podrá adquirirse por un precio estimado de 199 dólares.

De hecho, el tirón de las aplicaciones tecnológicas móviles a la medicina sigue en auge: cada vez son más las apps de seguimiento y control sanitario, lo que permite imaginar un futuro próximo en el que las nuevas tecnologías aligeren la carga de atención sanitaria actual. Hay ideas, incluso, que van más allá y pasan al campo del diagnóstico, como el test para detección de cánceres de páncreas que puso en marcha un joven estudiante que ahora ha sido mejorado para funcionar con cánceres de pulmón y ovario... y podía aplicarse a muchas otras dolencias.