Un equipo de biólogos y arquitectos trabajan en un modelo para España
Un jardín que limpia tus aguas residuales y reduce el consumo hasta casi la mitad
Humedales artificiales filtran el agua de los edificios y ahorran hasta el 40% en su consumo. Berlín, Ámsterdam o Toronto integran estos jardines-depuradora en sus espacios urbanos desde hace años.
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¿Una depuradora de aguas residuales en pleno casco urbano? Es el pionero concepto que propone el equipo de biólogos y arquitectos de UrbanMyCelium, una alianza entre ambas disciplinas aún poco conocida en España pero rotunda en otros países del norte de Europa y Estados Unidos.
Este original equipo de dos arquitectos y dos biólogas en Madrid ha realizado una de las primeras propuestas para depurar las aguas grises de los edificios mediante humedales artificiales, "infraestructuras urbanas capaces de integrarse en la ciudad, menos costosas y con un valor ecológico y estético", comenta Carlos Carnicer, uno de los dos arquitectos en el proyecto.
Carnicer, que ha pasado por varios estudios de arquitectura y colaboró en el diseño de Madrid Río, se muestra muy crítico con el modo en que se han levantado las ciudades en España. "Hasta ahora, la arquitectura se ha pensado sólo en el corto plazo, como moneda de cambio. No genera espacio público donde la gente pueda relacionarse, ni es sostenible".
Por ello, y pese a la difícil situación laboral en su sector, este joven arquitecto se resiste a irse de España: "Queremos intentar cambiarlo".
El primer proyecto verde de estos cuatro profesionales es una propuesta que les llegó para el nuevo edificio que construirá la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras, un organismo público que depende del Gobierno regional para promover la innovación. La ciudad portuaria, la más poblada de la provincia de Cádiz con 116.000 habitantes, no tuvo depuradora hasta noviembre de 2011, y hasta entonces la urbe vertía sus aguas residuales directamente a la bahía.
Este colectivo ha diseñado un sistema que imita el comportamiento de los humedales naturales, ecosistemas inundados (como Doñana) que filtran el agua, depurándola. De salir adelante, la fundación contará con un sistema que lleva las aguas residuales del edificio hasta un tanque, y de ahí pasan a un jardín de cañizos, iris y tifas que limpian el agua sucia.
Una vez depurada, ésta puede ser reutilizada para el riego y tareas de limpieza que no necesitan agua de alta calidad, con ahorros de hasta el 40% en el consumo del edificio.
El uso de estos ecosistemas artificiales podrían instalarse en rotondas, centros comerciales, aparcamientos y ciudades enteras. Ámsterdam, Berlín o Toronto integran estos humedales artificiales en su espacio urbano desde hace años, "pero en España aún hay una absoluta falta de concienciación ecológica y urbana", critica Carnicer.
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