LA FDA APRUEBA UN NUEVO FÁRMACO CONTRA EL EGOISMO
Si quieres ser más compasivo y generoso, hay un medicamento para ti
¿Alguna vez has tenido la sensación de que eres egoísta y no sabes cómo cambiarlo? ¿Consideras que eres demasiado insensible ante las desigualdades que observas en el día a día? Un nuevo medicamento podría tener la solución a esta pesadumbre y sentimiento de culpa.
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Bajo el nombre de Tolcapona, el fármaco se encarga de prolongar el efecto de la dopamina en la corteza prefrontal del cerebro, una región implicada en la regulación del pensamiento más complejo, así como de nuestras emociones.
De esta manera, el medicamento hace que la gente sea más sensible a la desigualdad y a las injusticias, y más generosos, según señalan los investigadores. Además, consigue que seamos más imparciales en decisiones sobre temas que implican dinero de por medio.
Este hallazgo, publicado en la revista Current Biology, podría dar una idea sobre cómo regular también trastornos como la esquizofrenia o las adicciones, crecientes en la sociedad actual y para los que no parece haberse encontrado un remedio eficaz.
“Nuestra esperanza es que los medicamentos dirigidos a cambiar conductas sociales, puedan ser algún día aplicados a casos de discapacidad”, ha afirmado en un comunicado uno de los líderes del estudio, Andrew Kayser, de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.).
El fármaco ya ha sido aprobado por la Food and Drug Administration de Estados Unidos (FDA), organismo que debe aceptar cualquier medicamento para su comercialización, para el tratamiento de la Enfermedad de Párkinson. En esencia, su función es la de potenciar las partes del cerebro asociadas directamente a la recompensa y la motivación.
Para la nueva aplicación del medicamento, el equipo de investigadores llevó a cabo un estudio en el que participaron 35 personas. Algunas de ellas tomaron el medicamento y otras un placebo. La prueba, que más bien parecía un juego, consistía en repartirse el dinero entre ellos y destinatarios desconocidos. Los resultados revelaron que aquellos participantes que habían tomado el fármaco repartían el dinero con los desconocidos de una forma más justa e igualitaria que los que habían ingerido el placebo.
“La imparcialidad es una característica que forma parte de la personalidad”, ha subrayado el investigador de la Universidad de California, Ming Hsu. A su juicio, el estudio no rechaza esta idea, pero sí muestra cómo ese rasgo “puede verse afectado según la orientación de vías neuroquímicas específicas en el cerebro humano”.
Ahora falta que la FDA apruebe la comercialización de este fármaco para otros tratamientos y, si resulta ser eficaz, podría abrir las puertas a nuevas terapias contra patologías mentales que afectan a miles de personas.
Respecto a lo de volvernos más compasivos y justos, es un cambio que, si nos lo proponemos, podemos ir adelantando también por nosotros mismos.
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