CUATRO MESES DESPUÉS DE SU LANZAMIENTO
Japón se prepara para intentar su primer aterrizaje exitoso de un módulo en la Luna
La agencia espacial japonesa se está preparando para un innovador alunizaje con SLIM, con el objetivo de lograr una precisión sin precedentes en la superficie de la Luna.
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La agencia aeroespacial japonesa (JAXA) se prepara para el aterrizaje de un módulo lunar en la superficie del satélite natural de la Tierra, el más preciso hasta la fecha y que de completarse con éxito convertiría a Japón en el quinto país del mundo en lograr esta hazaña.
Más de cuatro meses después de su lanzamiento, está previsto que el módulo SLIM (siglas en inglés de Smart Lander for Investigating Moon, o módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) comience una cuenta atrás de 20 minutos en torno a la medianoche de este viernes a sábado para su alunizaje.
La JAXA ha confirmado que todo marchaba correctamente y que el aparato realizó sin incidencias el pasado día 14 la maniobra de posicionamiento de apoluna (el punto de órbita más alejado de la superficie de la Luna) necesario para el descenso.
El módulo se encuentra desde entonces maniobrando para colocarse en el punto de periluna (el más próximo a la superficie lunar), a unos 15 kilómetros de altura, en preparación para el aterrizaje.
El de SLIM, lanzado el 7 de septiembre de 2023, supone un nuevo intento de Japón para realizar su primer alunizaje exitoso tras varios fallidos.
El módulo tratará de tocar la superficie lunar en un radio de unos 100 metros del cráter Shioli, próximo al ecuador lunar, una precisión sin precedentes hasta ahora, según la JAXA, que estima que le llevará un mes confirmar si dichos objetivos se cumplen.
El aparato, que no supera los tres metros de lado y pesa entre 200 y 730 kilos en función de la humedad, está diseñado para aumentar considerablemente la precisión de aterrizaje en la Luna y reducir el tamaño y peso del equipo usados en los alunizajes.
La agencia aeroespacial japonesa espera que esta misión contribuya también a poner a prueba tecnología crucial para la exploración en entornos de baja gravedad, cuyo refinamiento es esencial para la futura investigación del Sistema Solar.
El aparato tomará imágenes que serán usadas en el proyecto de exploración lunar Artemis, que aspira a facilitar la vuelta del ser humano a la Luna y, en último término, la exploración de Marte, entre otras labores.
De conseguirlo, Japón sería el quinto país en aterrizar un módulo en la Luna, tras la ex Unión Soviética, Estados Unidos, Canadá e India.
La JAXA ha logrado aterrizar aparatos dos veces en asteroides, pero un alunizaje es más complejo debido a su baja gravedad.
Japón lleva tiempo queriendo expandir su papel en la industria espacial a nivel mundial y para ello ha venido incrementando su colaboración con la NASA estadounidense o la Agencia Espacial Europea (ESA), entre otras entidades.
El país ha sufrido no obstante varios reveses en su programa de desarrollo espacial, el más significativo el lanzamiento fallido de su nuevo cohete insignia, el H3, sucesor del actual H-2A y que busca competir en términos de coste con otros aparatos de proveedores comerciales como el estadounidense SpaceX.
Japón acometerá un segundo intento de lanzamiento del nuevo proyectil el próximo 15 de febrero para poner en órbita el satélite de observación terrestre DAICHI-3, destinado a la evaluación de zonas afectadas por desastres naturales.
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