Los bancos de voz son una realidad
Lucy Linttot sufre una grave enfermedad y ha decidido guardar su voz para cuando no pueda utilizarla
Esta es la historia de una chica escocesa que sufre la enfermada de la motoneurona que afecta a partes del sistema nervioso y es de carácter degenerativo. Con tan solo 22 años, Lucy Linttot ha empezado a perder fuerza en el habla, por lo que se ha decantado por acudir a un banco de voz.
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La joven de 22 años cuenta su historia en su página web. Lucha contra una enfermedad que se ha instalado en su cuerpo muy prematuramente. Una de las características principales de esta enfermedad es la pérdida progresiva de la facultad del habla, como le ocurre al científico Stephen Hawking.
Lucy no ha percibido la pérdida del habla, han sido sus padres quienes se han dado cuenta de que la afección ha empezado a ralentizar sus cuerdas vocales. Por este motivo, la joven ha decidió acudir a un banco de voz. Un lugar en el que se almacenan voces para ser posteriormente utilizadas en caso de necesidad.
En esta ocasión, Lucy ha querido salvar su voz antes de perderla por completo y así, cuando tenga que depender de ayuda para hablar, pueda ser su propia voz la que, artificialmente, la acompañe.
La afección de Lucy la ha llevado a tener que trasportarse en una silla de ruedas y la condiciona en ciertos aspectos de su vida, pero esto no ha hecho que pierda su sonrisa. Por este motivo, sus padres han querido especialmente que guardara los sutiles acordes que se desprenden de sus cuerdas vocales con cada carcajada.
De momento, en el banco de voz pueden donar su voz tanto personas que padezcan de alguna enfermedad como personas sanas que colaboran con esta acción. El objetivo es grabar la mayor cantidad de sonidos que sean posibles para, al utilizarla mecánicamente más adelante, los beneficiados puedan tener toda la libertad de sonidos que deseen para expresarse.
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