UN GPS PARA EL ESPACIO PROFUNDO
Ir más allá de la Luna: La NASA consigue nuevos avances en la Misión del Reloj Atómico del Espacio Profundo
El Reloj Atómico del Espacio Profundo de la NASA ha estado operando a bordo del satélite General Atomics Orbital Test Bed desde Junio de 2019
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Uno de los impedimentos que tienen las naves espaciales para viajar más allá de la Luna, es que dependen totalmente de las comunicaciones con el Planeta Tierra para saber a dónde van. Es justo en esto en lo que el Reloj Atómico del Espacio Profundo lleva trabajando dos años, para dar más autonomía a las misiones espaciales que se aventuran más allá de nuestro satélite, como por ejemplo, los viajes a Marte.
Este Reloj Atómico del Espacio Profundo actúa como un “GPS espacial” pero mucho más potente, dicho de forma muy sencilla. Fue construido por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California, y tiene el tamaño de una tostadora. Durante todo este tiempo, ha estado instalado en el satélite Orbital Test Bed, en órbita terrestre baja, con el objetivo de estar listo para futuras misiones a otros mundos.
Hasta ahora, para calcular la trayectoria de una nave espacial distante, los ingenieros tenían que enviar señales desde la nave espacial a la Tierra y de regreso. Esto supone esperar a que las señales Tierra-nave hagan el viaje de vuelta, lo que en misiones lejanas puede llegar a tardar horas.
Es por eso que el lanzamiento del Reloj Atómico del Espacio Profundo, ha marcado un hito. Tras dos años desde su lanzamiento, la revista Nature ha afirmado que se han descubierto nuevos avances. Los resultados son tan prometedores, que los ingenieros de la NASA creen que el nivel de rendimiento muestra que el enfoque podría usarse para permitir la navegación casi en tiempo real de las sondas del espacio profundo.
Se ha conseguido una estabilidad y precisión nunca vistas, más de 10 veces más que los satélites GPS actuales. El equipo encargado de la misión, informa de un nivel de estabilidad que conduce a una desviación de tiempo de menos de cuatro nanosegundos después de más de 20 días de operación.
Estos avances del Reloj Atómico del Espacio Profundo pueden marcar un antes y un después en las misiones espaciales de largo recorrido.
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