EVITAR LOS EMBARAZOS NO DESEADOS
Más cerca de la píldora anticonceptiva para hombres
Han terminado los ensayos de fase 1 y en breve comenzará la siguiente etapa.
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De acuerdo con las Naciones Unidas, 151 millones de mujeres entre 15 y 49 años usan la píldora, unas 160 millones utilizan un DIU y 220 recurren a la esterilización. Al mismo tiempo, 16 millones de hombres se han hecho una vasectomía y 189 declaran usar condones como método anticonceptivo.
La disparidad es obvia. Por si fuera poco, datos de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar revelan que casi todas las mujeres (casi el 90 %) usan algún método anticonceptivo en algún momento de su vida.
Desde que la píldora anticonceptiva se aprobó por primera vez como anticonceptivo en 1960, la responsabilidad del control de la natalidad ha recaído en gran medida en las mujeres y solo en los últimos años se ha comenzado a investigar seriamente en otras opciones.
Según datos de Global Market Insights, si se aprobara un nuevo método anticonceptivo masculino en los próximos cinco años, se proyecta que el mercado rondará los mil millones de euros en 2024 y podría crecer a una tasa del 6% en la próxima década.
No es extraño que, por ejemplo en Australia, han comenzado a realizarse ensayos de geles hormonales e inyecciones para hombres, pero estos no están ampliamente disponibles, pero son varios los desafíos a la hora de desarrollar un anticonceptivo hormonal masculino.
El primero es que las farmacéuticas no están tan interesadas pues tienen un público cautivo y un nuevo método toma años de desarrollo. Y también hay que tener en cuenta que bloquear de manera confiable y completa la producción de millones de espermatozoides todos los días es más complejo que evitar la producción de un solo óvulo al mes.
Si a esto sumamos que los medicamentos que se han probado hasta ahora han tenido efectos secundarios graves, la situación no es muy sencilla.
La clave es la testosterona, una hormona masculina entre cuyas funciones se pueden destacar la regulación del deseo sexual, la masa ósea, la distribución de grasa, la masa muscular y la fuerza, y la producción de glóbulos rojos y esperma.
Dos medicamentos anticonceptivos para hombres
El último gran avance en este sector, lo ha realizado un equipo liderado por Tamar Jacobsohn quienes están investigando en dos píldoras anticonceptivas masculinas que parecen reducir efectivamente la testosterona sin causar efectos secundarios inaceptables, según un nuevo estudio presentado en la reunión anual de la Endocrine Society y descrito en un comunicado de prensa.
Los medicamentos, llamados DMAU y 11β-MNTDC, son parte de una clase de fármacos llamados andrógenos progestágenos. Lo que hacen es suprimir la testosterona reduciendo el número de espermatozoides.
La reducción de los niveles de testosterona normalmente conduce a efectos secundarios desagradables y a veces graves, pero la mayoría de los hombres del estudio estaban dispuestos a seguir usándolos, lo que sugiere que los efectos secundarios eran aceptables. Entre los efectos, el equipo de Jacobsohn menciona acné, cambios en la libido (aumento y disminución), dolores de cabeza y disfunción eréctil. Todos los efectos secundarios resultaron reversibles al finalizar el estudio.
Los niveles de testosterona en los que tomaron el fármaco cayeron notablemente por debajo del rango normal después de siete días. También se observó que los hombres que tomaron la dosis diaria de cuatro pastillas (400 miligramos) tenían niveles más bajos de testosterona que los que tomaron la dosis de dos pastillas de 200 miligramos cada una.
"La investigación sobre métodos no hormonales es bastante activa, y se están explorando varios mecanismos diferentes – explica Jacobsohn en el comunicado de prensa – . El desarrollo de un método anticonceptivo masculino efectivo y reversible mejorará las opciones reproductivas para hombres y mujeres, tendrá un gran impacto en la salud pública al disminuir los embarazos no deseados y permitirá que los hombres tengan un papel cada vez más activo en la planificación familiar. Las opciones de anticoncepción masculina actualmente están restringidas a la vasectomía y los condones y, por lo tanto, son extremadamente limitadas en comparación con las opciones femeninas".
El estudio no tuvo un número muy alto de voluntarios, en total 96, pero en él destaca que el 75 % de los hombres que tomaron el fármaco dijeron que estarían dispuestos a usarlo en el futuro.
Estudio en fase 1b
El estudio se encuentra en prueba de Fase 1b. El próximo paso es realizar comparativas más extensas y prolongadas. Los ensayos de fase 2 analizarían los períodos más largos de tratamiento para confirmar la seguridad. Si los medicamentos alcanzan con éxito las pruebas de eficacia de la Fase 2b en parejas, los ensayos serán largos y requerirán un compromiso de dos años por parte de las parejas para demostrar la supresión, la eficacia y la recuperación. Y luego llegarían la Fase 3 y la 4. En total, unos 10 años.
Pero el equipo de Jacobsohn no es el único que está trabajando en este campo. A ellos se unen expertos de la Universidad de Minnesota Twin Cities que han evaluado el compuesto YCT529, cuya diana son los receptores de una forma específica de vitamina A, llamada ácido retinoico.
Aunque en una fase mucho más temprana, los científicos de Minnesota han utilizado esta forma de la vitamina A ya que es esencial para el crecimiento y desarrollo de células y embriones. Después de administrar el medicamento a ratones durante varias semanas, los embarazos entre los ratones disminuyeron. Pero aún no ha llegado a los humanos.
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