¿LO SABÍAS?
Memorizar datos nuevos podría estar dañando tu cerebro
Un estudio reciente ha descubierto que el proceso de crear recuerdos puede causar daño cerebral temporal, pero esto se traduce en una mayor resistencia neuronal.
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Siempre se nos ha dicho que estudiar o aprender algo nuevo cada día es formidable. Pero… ¿y si te dijera que aprender algo nuevo está dañando tu cerebro? Por suerte, el cuerpo humano es muy sabio, y esto tiene un motivo.
Cuando aprendemos algo nuevo, nuestro cerebro experimenta un proceso complejo que puede ejercer presión sobre su funcionamiento normal. Este proceso implica la formación de nuevas conexiones neuronales y la reorganización de las existentes, lo que puede generar estrés y desafíos para el cerebro. Pero un nuevo estudio da más luz sobre este asunto.
Un reciente estudio internacional, que se ha llevado a cabo en ratones y ha sido publicado en la revista científica Nature, ha revelado que la formación de nuevos recuerdos podría causar daños temporales en el cerebro, pero con un propósito protector a largo plazo. La investigación mostró que al crear nuevos recuerdos, se activan genes relacionados con la inflamación. Estos marcadores inflamatorios permanecían activos durante una semana, después de la cual las neuronas afectadas se volvían más resistentes a daños futuros.
Los científicos explicaron que es parecido al proceso para hacer una tortilla. Para obtener un buen resultado final, en algún momento hay que romper algunos huevos, pero de forma controlada y por un bien mayor. Esto es lo que creen que pasa en el cerebro de los roedores, y que podría extrapolarse al del ser humano. Esta analogía ilustra cómo el cerebro, al sufrir pequeños daños, se fortalece para resistir influencias externas y la interrupción por nuevos recuerdos.
El estudio se centró en la memoria episódica, el tipo de memoria que nos permite recordar vivencias específicas. Para inducir la formación de nuevos recuerdos en los ratones, los investigadores utilizaron descargas eléctricas leves. Posteriormente, observaron la activación de genes asociados con la vía del receptor TLR9, implicado en la señalización inflamatoria, en grupos de neuronas con daños en el ADN.
Estos hallazgos sugieren que el esfuerzo de crear nuevos recuerdos conlleva una reorganización neuronal que inicialmente causa daño, pero que es un mecanismo del cerebro para reforzar su resistencia. Curiosamente, los ratones en lo que se inhibió la acción del receptos TLR9 presentaron daños más graves en el ADN y una incapacidad para recordar las descargas, indicando la importancia de esta vía inflamatoria para la memoria.
Aunque estos resultados aún no se han comprobado en humanos, los investigadores creen que podrían tener implicaciones significativas para comprender el envejecimiento cerebral y el tratamiento de condiciones como la COVID persistente. La capacidad del cerebro para recuperarse y fortalecerse tras la formación de nuevos recuerdos subraya la complejidad y resiliencia de nuestras neuronas.
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