CAPACIDAD REGENERADORA DE LOS ÓRGANOS
Una molécula que ayuda a recuperar la memoria podría ser clave para buscar la cura del alzhéimer
Un equipo investigador de la Universidad de Stanford ha logrado que ratones viejos recordasen antiguas secuencias que habían olvidado gracias a la proteína Fgf17.
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La enfermedad de Alzhéimer es una pandemia silenciosa en todo el mundo. Solo en España en 2019, 800.000 personas padecían esta patología, según la Sociedad Española de Neurología. Ahora, un grupo de científicos estadounidenses ha logrado empezar a tirar de un hilo que puede conducir a la cura de esta enfermedad.
La investigadora Tal Iram y sus compañeros, de la universidad estadounidense de Stanford, han publicado un estudioen Nature en el que relatan su descubrimiento: una molécula que rejuvenece los cerebros envejecidos de ratones. Además, Fgf17, la proteína localizada, también permitiría a los animales recuperar su memoria.
Este nuevo trabajo se basa en la capacidad de los órganos del cuerpo de irse regenerando poco a poco. Y, a pesar de que con la edad esta capacidad merma hasta desaparecer, los científicos se han basado en esta virtud para desarrollar su proyecto.
Estudio con roedores
Para llevar a cabo este estudio, el equipo de Stanford ha extraído el líquido cefalorraquídeo, que se encuentra en el sistema nervioso, a ratones de dos meses y medio de edad, como nueve años humanos. Después ha probado a inyectárselo en el cerebro a roedores de 18 meses; es decir, el equivalente a 70 años de un humano.
Este intercambio de líquido cefalorraquídeo logró que los roedores más mayores, que no eran capaces de recordar una secuencia, lograran recuperar esta virtud perdida. La secuencia a la que fueron sometidos consistía en que si se encendía la luz recibían una corriente eléctrica. Tras la trasfusión, los roedores viejos lograron ponerse alerta cuando la bombilla se encendía.
Proteína Fgf17
Ante las capacidades recuperadas, los científicos investigaron qué había cambiado en el cerebro de los ratones más mayores. El equipo de Stanford comprobó que en su cerebro se habían generado oligodendrocitos, unas células que forman parte de la parte blanca del cerebro y sustentan la parte gris, donde se sitúan las neuronas.
Tras analizar el hipocampo de los ratones más mayores, los investigadores identificaron una proteína del líquido cefalorraquídeo: Fgf17. Esta molécula es la encargada de activar la creación de oligodendrocitos en el cerebro por sí misma.
Lo cual quiere decir que la inyección de proteínas de cerebros jóvenes a viejos podría mejorar notablemente la memoria de los roedores. Esta manipulación cerebral también podría rejuvenecer las propias células para que dichos animales pudieran mantener sus recuerdos durante más tiempo.
Aunque este estudio parece muy prometedor, de momento se encuentra en fase preliminar y solo se ha llevado a cabo en ratones. Sin embargo, puede que en el futuro se utilice para intentar desarrollar una cura, o al menos un tratamiento para el alzhéimer.
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