ESTUDIO EN RATONES
Mucho cuidado con el ayuno intermitente: puede dejarte calvo
"No queremos asustar a la gente para que no practique el ayuno intermitente, pero es importante tener en cuenta que podría tener algunos efectos no deseados", explican los expertos.
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El ayuno intermitente ha ganado protagonismo en los últimos años como método para ayudar en la pérdida de peso. Este consiste en pasar periodos prolongados de tiempo sin comer nada o comiendo cantidades muy pequeñas. El más habitual es el 16:8, es decir, pasas 16 horas del día seguidas sin ingerir alimentos y comes durante las 8 horas restantes. Sin embargo, a pesar de tener beneficios para la salud metabólica, un reciente estudio asegura que el ayuno intermitente detiene el crecimiento del pelo.
Para llevar a cabo la investigación, publicada en la revista Cell, científicos de la Universidad de Westlake, en Zhejiang, China, afeitaron a un grupo de ratones y luego los alimentaron cada 8, 16 o 48 horas, en comparación con un grupo de control que tuvo acceso ilimitado a la comida.
Al mes, los ratones que podían comer sin problema habían recuperado el pelo. Los que ayunaban, en cambio, solo lo recuperaron parcialmente a los 96 días.
¿Quiere decir esto que el ayuno intermitente es malo? No. Tal y como explican los investigadores, "no queremos asustar a la gente para que no practique el ayuno intermitente, pero es importante tener en cuenta que podría tener algunos efectos no deseados".
Células ciliadas
¿Y por qué ocurre esto? Los científicos llegaron a la conclusión de que la clave podría estar en las células ciliadas. Las células ciliadas son aquellas que poseen cilios. Los cilios son prolongaciones cilíndricas delgadas que se proyectan desde la superficie de la célula, están formadas por microtúbulos del citoesqueleto envueltos por la membrana ciliar. Estas células requieren una "activación" regular que se alimenta de la energía de la dieta. Pero el ayuno intermitente limita la ingesta de energía, matando las células ciliadas.
Al no comer regularmente, el cuerpo puede utilizar las reservas de grasa en lugar de su fuente de energía preferida, la glucosa, lo que puede desencadenar la liberación de sustancias químicas que dañan las células ciliadas, concluyen los expertos.
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