Nos pasamos el día pegados a ellos, pero no aparecen en nuestros sueños: ¿qué pasa con los móviles?

Se ha convertido en prácticamente una extensión de nuestro brazo. Sin importar la edad, el uso del dispositivo móvil está cada vez más generalizado entre la población. De acuerdo con diversos estudios, empleamos casi unas 6 horas diarias frente a la pantalla del mismo. Forman parte de nuestra rutina y cada vez nos costaría mucho más deshacernos de ellos. No obstante, aparentemente, estos no aparecen en los sueños de nadie.

Al menos, así lo recoge una bases de datos especializadas en la información sobre sueños. En ese sentido, estos aparecen tan sólo en un 3% de los casos. Parece poco, pero es una frecuencia parecida a los ordenadores o aviones. Y es que, sabemos que los sueños son reflejo de nuestro subconsciente, pero además el contenido de los sueños suele estar relacionado con la intensidad emocional de las vivencias que experimentamos mientras estamos despiertos.

De esta manera, algo que nos genera una emoción muy intensa aparecerá con mayor probabilidad en nuestros sueños. Por lo tanto, eso explica la ausencia del dispositivo en los mismos. Cuando usamos los móviles, por lo general, no suelen tener ningún impacto emocional. Los usamos para chatear o pasar horas muertas en redes sociales. Por consiguiente, se tratan de experiencias que no tienen la fuerza suficiente para impactar en nuestro subconsciente.

No obstante, lo cierto es que a veces el móvil sí es portador de emociones, como cuando nos llaman para darnos una mala noticia. Estas son precisamente las situaciones en las que los móviles aparecen en los sueños. Sin embargo, la emoción principal no está vinculada al mismo, y es que seguimos siendo más analógicos de lo que creemos.

Por lo tanto, a pesar de la presencia constante de los dispositivos móviles en nuestra rutina diaria, estos tienden a desaparecer durante nuestro tiempo de descanso.

El mejor truco para dormir bien es pasar frío