RECIENTE ESTUDIO

Los pacientes con lesiones cerebrales que murieron después de retirarles el soporte vital podrían haberse recuperado

Es la conclusión de un estudio que analizó más de 1.300 casos a lo largo de siete años.

Persona ingresada en un hospital

Persona ingresada en un hospitalPixabay

Publicidad

En España, 73.900 personas tienen Daño Cerebral Adquirido como consecuencia de un Traumatismo Craneoencefálico, según datos de la Federación Española de Daño Cerebral. La lesión cerebral traumática (LCT) grave es una de las principales causas de hospitalizaciones y muertes en todo el mundo y afecta a más de cinco millones de personas cada año.

Predecir los resultados después de una lesión cerebral puede ser un desafío, pero a las familias se les pide que tomen decisiones sobre continuar o retirar el tratamiento de soporte vital a los pocos días de la lesión. Se trata de una decisión compleja, a cara o cruz, en un momento en el que no están preparados para ello. Y las consecuencias pueden ser igual de drásticas: convivir con la lesión durante años, en un estado de coma o desconectar y preguntarse "¿qué hubiera pasado sí…?".

Ahora, un nuevo estudio publicado en Journal of Neurotrama, analizó los posibles resultados clínicos de los pacientes con LTC inscritos en el estudio Transforming Research and Clinical Knowledge in TBI (Transformando la investigación y el conocimiento clínico en LTC) a quienes se les retiró el soporte vital. Los autores, liderados por Yelena Bodien, descubrieron que algunos pacientes a quienes se les retiró el soporte vital podrían haber sobrevivido y recuperado cierto nivel de independencia unos meses después de la lesión. Estos hallazgos sugieren que retrasar las decisiones sobre retirar el soporte vital podría ser beneficioso para algunos pacientes.

El problema es que a menudo se pide a las familias que tomen la decisión de retirar las medidas de soporte vital, como la respiración mecánica, dentro de las 72 horas posteriores a una lesión cerebral. La información transmitida por los médicos que sugiere un mal pronóstico neurológico es la razón más común por la que las familias optan por retirar las medidas de soporte vital. Sin embargo, actualmente no existen directrices médicas ni algoritmos precisos que determinen qué pacientes con LTC tienen probabilidades de recuperarse. Y cuáles no.

Utilizando datos recopilados durante un período de siete años y medio en 1.392 pacientes con LTC en unidades de cuidados intensivos en 18 centros de traumatología de Estados Unidos, el equipo de Bodien creó un modelo matemático para calcular la probabilidad de retirada del tratamiento de soporte vital, basándose en propiedades como la demografía, factores socioeconómicos y características de la lesión. Luego compararon a pacientes a quienes no se les retiró el tratamiento de soporte vital con individuos con puntuaciones de modelo similares, pero a quienes sí se les retiró el soporte vital.

Los resultados finales mostraron que más del 40% de aquellos a quienes no se les retiró el soporte vital, a los 4 meses recuperaron al menos algo de independencia. Además, el equipo de Bodien descubrió que permanecer en estado vegetativo era un resultado poco probable seis meses después de la lesión. Es importante destacar que ninguno de los pacientes que murieron en este estudio fue declarado con muerte cerebral y, por lo tanto, los resultados no son aplicables a la muerte cerebral.

Según los autores, los hallazgos sugieren que se está produciendo una profecía cíclica y autocumplida: los médicos suponen que a los pacientes les irá mal según los datos de resultados. Esta suposición da como resultado la retirada del soporte vital, lo que a su vez aumenta las tasas de malos resultados y conduce a aún más decisiones de retirar el soporte vital.

"Nuestros hallazgos respaldan un enfoque más cauteloso a la hora de tomar decisiones tempranas sobre la retirada del soporte vital – concluye Bodien -. La lesión cerebral traumática es una afección crónica que requiere seguimientos a largo plazo para comprender los resultados de los pacientes. Puede estar justificado retrasar las decisiones relativas al soporte vital para identificar mejor a los pacientes cuya condición puede mejorar".

TecnoXplora» CienciaXplora

Publicidad