¿SE ESTÁ RIENDO TU PERRO?
Los perros saben reírse y podemos distinguir cuándo lo hacen
Un estudio que analiza las vocalizaciones de los perros confirma que saben reírse, pero... ¿Por qué lo hacen?
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Sabemos cómo evolucionó la risa en los humanos y en el género homo. A medida que nuestros antepasados comenzaron a vivir en grupos sociales más complejos, la calidad de las relaciones que establecían se volvió crucial para la supervivencia. Y la risa habría favorecido este tipo de alianzas. Pero…¿qué pasa con otros animales? ¿Se ríen, por ejemplo, los perros?
Obviamente no se cuentan chistes ni se sorprenden gastándose bromas, pero sí producen vocalizaciones cuyas respuestas neurológicas son similares, por circuitos y hormonas producidas, a las que se observan en el cerebro humano. Esto es muy importante, ya que el descubrimiento de neuroquímicas únicas vinculadas específicamente a la risa puede proporcionar pistas para el desarrollo de nuevas clases de antidepresivos.
La risa no es exclusiva de los humanos, ni siquiera de nuestros antepasados evolutivos. En un nuevo artículo publicado en la revista Bioacoustics, la primatóloga Sasha Winkler analiza más de cerca el fenómeno de la risa en todo el reino animal, en particular en nuestros “mejores amigos”.
El equipo de Winkler estudió las señales de juego vocal, o lo que podría considerarse risa en al menos 65 especies, entre ellos una variedad de primates, vacas, zorros, focas, mangostas, así como tres especies de aves, incluidos periquitos y urracas. Y, por supuesto, perros. Todos estos animales tienen una característica en común: viven en grupos.
“Este trabajo expone muy bien cómo un fenómeno que alguna vez se pensó que era particularmente humano resulta estar estrechamente relacionado con el comportamiento compartido con especies separadas de los humanos por decenas de millones de años”, explica Winkler en un comunicado.
Liderados por Winkler, los autores del estudio estudiaron las vocalizaciones de los perros y las registraron como ruidosas o tonales, fuertes o silenciosas, agudas o graves, cortas o largas, una sola llamada o un patrón rítmico. Buscaban características conocidas de los sonidos vinculados al juego, y también de las posturas.
Una de ellas, en los perros, es la conocida como postura de saludo o reverencia: cuando un perro estira sus patas delanteras hacia adelante, inclinándose. Esto lleva el pecho al suelo como si el perro estuviera a punto de acostarse, pero la parte trasera permanece erguida.
Comprender y comparar sonido y postura es algo muy importante para los científicos a la hora de analizar el comportamiento vinculado a la risa en los animales. Dado que lo que constituye "juego", en gran parte del reino animal, es brusco y también puede parecerse a una pelea, los sonidos de juego que emiten los animales pueden ayudar. Diferenciará cuándo se trata de una conducta no agresiva durante esos momentos físicos y cuándo es una demostración de fuerza.
“Cuando nos reímos, a menudo les brindamos información a los demás de que nos estamos divirtiendo y también invitamos a otros a unirse", añade Winkler. Según la primatóloga, algunos estudios sugieren que este tipo de comportamiento vocal se comparte entre muchos animales que juegan: "La risa es nuestra versión humana de una señal de juego vocal evolutivamente antigua”.
Si bien la experta afirma que sería positivo realizar más observaciones e investigaciones sobre las vocalizaciones, también señala que tales observaciones pueden ser difíciles de conseguir en la naturaleza, especialmente para los animales cuyos sonidos de juego pueden ser más silenciosos. En el caso de los perros, su postura, la mencionada “de reverencia o saludo”, nos demuestra que se están divirtiendo o que nos piden reírnos junto a ellos.
De acuerdo con el estudio, prestar atención a otras especies y analizar su forma de reírse permite arrojar luz sobre la forma y función de la risa humana, y nos ayuda a comprender mejor la evolución del comportamiento social humano.
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