NO TODOS SOMOS IGUALES

¿Las personas ricas son más inteligentes?

Factores como la suerte, la sociedad o la capacidad económica condicionan cómo será la vida de una persona en el futuro; independientemente de la inteligencia de cada uno.

Joven rico con mucho dinero

Joven rico con mucho dinerofreepic.diller para Freepik

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Normalmente, se cree que las personas ricas son muy afortunadas. Son más felices según la ciencia que los que ganan o tienen menos dinero y, puede que, incluso sean más inteligentes que el resto. Esto es lo que opinan los investigadores Giovanni Sala y Fernando Góbet, de la Universidad de Liverpool y la Escuela de Economía de Londres.

Entonces, ¿se podría entender que los ricos son ricos por ser más inteligentes? Para los autores, la inteligencia contribuye al éxito económico, y ponen de ejemplo a Elon Musk o Jeff Bezos. Además, la inteligencia predice los logros educativos y el empeño laboral, ambos buenos pronosticadores de ingresos.

Sin embargo, no todo se reduce a la inteligencia y el dinero. La educación y cómo ha sido también influye. Un estudio de revisión ha establecido que, a mayor cantidad de años de escolaridad, más listos son los estudiantes.

Pero la educación que reciben las personas de menos ingresos, comparados con las de más, es muy distinta. Por ejemplo, las escuelas caras y los tutores privados brindan al estudiante una instrucción personalizada y eficiente, lo que puede marcar los ingresos futuros, como señalan los investigadores en 'The Conversation'.

Además de la educación, otros factores también condicionan la inteligencia y la riqueza, como el estatus socioeconómico familiar. La herencia y las conexiones sociales son, por ejemplo, mecanismos obvios para conseguir más éxito y los tres factores influyen en los ingresos de cualquier persona.

Un nuevo estudio incluye un cuarto factor: la suerte. Esta ejercería un impacto significativo, ya que todo está sujeto a la suerte: desde nacer en una familia rica, recibir educación de calidad y hasta haber nacido más inteligente que otras personas.

Por tanto, esta publicación concluye que, cuando se trata de enriquecerse, la inteligencia no es ni suficiente ni necesaria. Pero ayuda.

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