CIENCIA
Prevenir los tumores cerebrales sería posible… en el feto
Se trata de los meduloblastomas un tipo de cáncer que afecta principalmente a los menores.
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El meduloblastoma es un tumor cerebral que se desarrolla en el cerebelo, una parte del cerebro que se encuentra cerca de la base del cráneo. La función principal de esta región es integrar las vías sensitivas y las vías motoras. Generalmente se diagnostica a los 7 años y aunque hay casos de adultos, no son muy frecuentes.
Estos tumores son más comunes en niños menores de 16 años y se diagnostican con más frecuencia entre los 5 y los 9 años. Sin embargo, los meduloblastomas pueden verse en adolescentes mayores y, con menor frecuencia, en adultos. En total representan el 20% de todos los nuevos casos de cáncer infantil. El tratamiento para el meduloblastoma actualmente consiste en cirugía (extirpar todo lo que se pueda del tu-mor), luego altas dosis de quimioterapia y/o radiación en el cerebro y la médula espinal. Si bien la tasa de supervivencia es alta (entre el 60 y el 80% de los casos) debido a la edad de los pacientes y al uso de fármacos y radioterapia, los efectos adversos son numerosos.
Aunque se desconoce la causa de los meduloblastomas, sí se sabe que algunas afecciones genéticas pueden hacer que los niños sean más propensos a desarrollarlos. Obviamente cuanto antes se detecten mayor es la posibilidad de supervivencia y menor el riesgo a largo plazo. Pero…¿es posible?
Un equipo multidisciplinar de la Universidad de Manitoba, el Centro Nacional del Cáncer en Tokio, Japón y el Instituto de Investigación Infantil de Seattle han dado con una respuesta. Y es afirmativa. El equipo, liderado por Tamra Werbowetski-Ogilvie, ha publicadoun artículo en Nature en el que explican el avance.
Los autores recolectaron muestras de meduloblastoma de hospitales infantiles de todo el mundo y utilizaron varias tecnologías de secuenciación genética para identificar las variaciones genéticas que pueden causar meduloblastomas. Los resultados mostraron que estas variaciones genéticas provocaban que se "detenga" la diferenciación celular en un tipo de célula específico que solo estaba presente durante el desarrollo fetal temprano del cerebelo humano. Básicamente se seguía produciendo un mismo tipo de célula, en lugar de otro. Esto es lo que causa una forma premaligna del tumor que luego reside en el cerebro después del nacimiento.
Los investigadores señalan que el tipo de célula que identificaron es mucho más común y se encuentra en una región del cerebelo en desarrollo que es estructuralmente
más compleja en humanos en comparación con otros mamíferos. Así, el meduloblastoma podría ser una consecuencia directa de la complejidad evolucionada del cerebelo humano.
El equipo de Werbowetski-Ogilvie también descubrió que los meduloblastomas se originan mucho antes en el embarazo de lo que se pensaba y que, aquí viene lo interesante, incluso podrían prevenirse. Esto nos daría una ventana de tiempo, entre el nacimiento y el inicio de los síntomas, para detectar meduloblastomas antes de que se desarrollen y posiblemente evitar que se conviertan en tumores cerebrales mortales. De hecho algunos análisis permitiría detectar este tipo de tumores en el feto, teniendo en cuenta su vínculo con ciertas afecciones genéticas. Sería la primera vez que el meduloblastoma se identifica como potencialmente prevenible.
"Ahora que podemos identificar de dónde provienen estos tumores – concluye Werbo-wetski-Ogilvie en un comunicado –, podemos desarrollar mejores modelos de la enfermedad que luego se utilizarán para pruebas de fármacos. Esto puede incluso permitir una detección más temprana. El centro del estudio fueron las extensas comparaciones de tejido normal y tumoral para permitir una rápida identificación de los genes y las células que fallan y causan estos tumores. Los estudios en células cultivadas fueron entonces esenciales para confirmar nuestros hallazgos".
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