La procrastinación se relaciona con depresión, niveles altos de estrés y salud de mala calidad

Uno de los grupos poblacionales en los que más procrastinación se registra es en los universitarios. Hasta el momento, los estudios han demostrado que al menos la mitad de ellos procrastina, aunque esta actividad no sea conveniente para su vida académica. Ahora, además, se ha vinculado la procrastinación con la mala salud.

Científicos del Instituto Karolinska, en Suecia han asociado en un estudiopublicado en 'JAMA Network Open' esta pérdida de tiempo con niveles más altos de estrés, estilos de vida menos saludables y demoras en ir al médico por problemas de salud.

Pero, ¿es procrastinar lo que causa una mala salud física y mental o es al revés, que la mala salud lleva las personas a posponer quehaceres? Para tratar de resolver esta cuestión, los investigadores llevaron a cabo un seguimiento a 2.587 universitarios suecos que debían completar varios cuestionarios cada tres meses y durante un año.

Según los resultados, los científicos observaron que los estudiantes con mayor tendencia a procrastinar se asocian con síntomas algo más altos de depresión, ansiedad y estrés si se comparan con las personas más activas tras tres cuestionarios.

Además, los estudiantes con niveles más altos de procrastinación también tienen más posibilidades de describir un dolor incapacitante en hombros o brazos, peor calidad del sueño, más soledad y dificultades financieras, según escribieron los científicos en 'The Conversation'.

Efectos de la procrastinación en la salud

Ningún resultado de salud específico se asoció fuertemente con la procrastinación, pero los resultados sugieren que la procrastinación puede ser importante para la salud, incluidos los problemas mentales, el dolor incapacitante y un estilo de vida poco saludable.

Sin embargo, los investigadores aún están abiertos a que otros factores expliquen la relación entre la procrastinación y la mala salud.