Por qué las brújulas apuntan al norte

Las brújulas son un instrumento de ayuda esencial para orientarnos y saber el rumbo a seguir cuando no disponemos de dispositivos electrónicos con los que guiarnos, casi imprescindibles en la actualidad. Hasta la llegada de la tecnología, las brújulas eran herramientas muy utilizadas en travesías por la montaña, viajes y momentos de improviso que pueden surgir.

Aunque las más habituales son las magnéticas, las brújulas también han evolucionado y ahora podemos encontrar también la brújula giroscópica, utilizada principalmente en barcos y que utiliza un sistema de rotación de discos que se alinea con la rotación de la Tierra; o la brújula con láser incorporado que, gracias a esta herramienta, podremos encontrar los límites del lugar en el que estemos (por ejemplo, en un bosque) gracias a la medición de distancias.

Sin embargo las magnéticas, tienen un funcionamiento de lo más peculiar y sencillo. Para usarlas debes colocarla en una superficie lo más plana posible para dejar que aguja se mueva sin problemas y esta gira hasta que se posiciona indicando siempre dónde se encuentra el norte.

Pero, ¿por qué siempre indica el norte? La explicación la encontramos en el magnetismo de la Tierra, que actúa como un imán gigante. Esto hace que la aguja de las brújulas, que es una pieza imantada, se mueva apuntado al norte atraída por el campo magnético que produce el polo magnético norte de la Tierra, que se encuentra próximo al Polo Norte geográfico, aunque en realidad no es exactamente el mismo.

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