EXPLICACIÓN CIENTÍFICA
Por qué se dice que la primavera la sangre altera
Seguro que lo has dicho en alguna ocasión pero, ¿te has preguntado de dónde viene este famoso dicho?

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¿Cuántas primaveras has escuchado eso de "la primavera la sangre altera"? Seguro que muchas. Pero, ¿te has parado a pensar de dónde viene este refrán tan conocido? Te contamos la explicación científica.
Lo cierto es que todos los cambios que se originan durante esta estación, como el aumento de horas de luz, la temperatura más cálida o la floración, pueden influir en ciertas hormonas y neurotransmisores.
Más horas de luz
Tal y como explica María Cristina Green Heredia, jefa del servicio de Psicología Clínica del Hospital Quirónsalud Málaga, la luz estimula la producción de serotonina y suprime la producción de melatonina, que son hormonas clave para la regulación de los ciclos sueño-vigilia, el nivel de energía y el estado de ánimo.
Además, el buen tiempo provoca un aumento de actividades de ocio tanto grupal como individual que también generan cambios positivos en nuestro ánimo y organismo.

Deseo sexual
Según María Cristina, la primavera también favorece la secreción de feromonas, oxitocina, dopamina y noradrelania, que son "hormonas relacionadas con la atracción sexual y que influyen positivamente en el estado de ánimo, aumentan el interés por realizar actividades y por relacionarnos con otras personas".
Adaptación a la primavera
El cambio en el clima y en las horas de luz requiere un pequeño proceso de adaptación. Esa readaptación del organismo puede causar tanto euforia primaveral como astenia. Con la primera nos sentimos más alegres, con mejor humor y con ganas de hacer cosas. Sin embargo, la astenia primaveral es un trastorno temporal que genera apatía, tristeza, cansancio e insomnio.
Estas son algunas de las recomendaciones para adaptarte de forma saludable al cambio de estación según los expertos:
- Duerme bien, entre 7 u 8 horas.
- Establece horarios regulares para hacer frente a los cambios ambientales que se originan en primavera.
- Lleva una alimentación sana y equilibrada, que contenga cereales, frutas y verduras.
- Consume menos azúcar, alimentos procesados, fritos o salados, o que no sean fáciles de digerir.
- Bebe agua con frecuencia.
- Realiza ejercicio con regularidad, sobre todo en el exterior.
- Aprovecha que sientes más energía para emprender un nuevo hábito.
- Dedica tiempo a planificar y decidir cualquier cambio personal o laboral.
- Disfruta de los cambios de la primavera.
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