¿Por qué los españoles cenamos tarde?

Habitualmente en España cenamos entre las 21:00 y las 22:00 horas, práctica que difiere de la mayoría de los países europeas, donde lo común es cenar bastante antes. Por eso mismo, este hábito ha sido objeto de estudio por parte de expertos en nutrición y salud.

Esta tradición viene influenciada por factores sociales y culturales, donde las jornadas laborales se alargan hasta altas horas del día, y, por otra parte, las actividades sociales, como puede ser el tardeo, han fomentado que los horarios de las comidas se retrasen, llevando a que las cenas se vuelvas eventos prologados e iniciados más tarde de lo común, pero ¿Qué efectos tiene esta práctica?

Cuando cenamos tarde se rompen los ciclos biológicos que regulan entre otras cosas el sueño y el metabolismo, los conocidos ciclos circadianos. Romperlos puede tener consecuencias negativas en la digestión y el sueño, ya que según estudios el riesgo de reflujo gastroesofágico aumenta, y nuestro descanso se verá dificultado.

Esta práctica también se ha relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir obesidad y enfermedades metabólicas, ya que el cuerpo no dispone del suficiente tiempo como para digerir correctamente los alimentos antes de dormir, llevando a un mayor almacenamiento de grasa.

Para alinear las cenas con los ritmos circadianos y promover una mejor salud, lo más recomendado es adelantarla al menos una hora para mejorar la digestión y ese descanso, al igual que los expertos sugieren tratar de cenar 3 horas antes de dormirnos.

En resumen, aunque la tradición española favorece cenas tardías, es esencial considerar los efectos que esta práctica ocasiona en la salud, y tratar de ajustar los hábitos en consecuencia.

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