Por qué hay tanta obsesión por el true crime

Con el auge de las redes sociales se popularizó el género true crime, atrayendo a millones de usuarios para consumirlo en formatos como podcasts, vídeos, series... Su éxito se debe a varios factores psicológicos que muestra un estudio.

En primer lugar, podemos encontrarnos con que el true crime desencadena emociones fuertes pero desde la tranquilidad y seguridad de nuestros hogares. Este género puede producir adrenalina y tensión entre los usuarios, pero al consumirlos desde casa, estas sensaciones son percibidas como seguras y controladas.

Por otra parte, los documentales acerca de crímenes reales sirven también cómo un aprendizaje preventivo, ya que, al explorar los comportamientos de delincuentes reales, nos sentimos más preparados y en alerta para detectar amenazas similares en nuestro día a día.

No podemos olvidarnos de un factor muy importante, la innata curiosidad humana. A los seres humanos nos intriga todo aquello que no conocemos, de la misma forma que nos generan un gran interés los temas que tienen una moralidad ambigua. Las historias de true crime nos permite explotar esta curiosidad al poder asomarnos a comportamientos extremos que desafían las normas sociales.

Finalmente, este género desarrolla en nosotros una gran empatía, ya que nos hace conectar emocionalmente con las víctimas y sus familias, provocando que muchas veces sigamos las narrativas en busca de justicia y resolución.

En definitiva, el true crime se ha convertido en un fenómeno tan popular debido a que combina unas emociones intensas, con un aprendizaje preventivo, con la posibilidad de satisfacer la curiosidad humana, y con la empatía hacia los implicados que generan estas historias.

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