RESUELVEN EL MISTERIO DE LA CAUSA DEL ABURRIMIENTO
¿Por qué nos aburrimos?
Un grupo de investigadores americanos parece haber resuelto el misterio de lo que causa el aburrimiento: las personas se aburren cuando hacen cosas aburridas. Esta es la aplastante conclusión a la que llegaron los expertos. En resumen "no hay cosas aburridas, sólo gente aburrida".
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Los psicólogos tienden a estar de acuerdo con atribuir el aburrimiento en gran parte a un rasgo de la personalidad, la propensión al aburrimiento pero, por supuesto, hay cosas aburridas. "Estudiar" y "no hacer nada en particular" fueron los primeros factores de aburrimiento en este estudio. Otros de los puntos fuertes que nos provocan aburrimiento son: hacer la declaración de impuestos; aprender cosas relativas a informática, como a manejar el Powerpoint; asistir a seminarios sobre seguridad en el trabajo... El hecho de que sintamos que nos estamos aburriendo nada más leer esta lista de tareas, no sucede porque seas una persona aburrida, sino porque estas cosas son aburridas, según el estudio.
Más específicamente, el aburrimiento parece ser relativo: las cosas son dolorosamente aburridas en el grado en que son menos atractivas que otras cosas que podríamos estar haciendo. Por ejemplo, hacer los deberes es aburrido en tanto que podríamos estar yendo al cine a ver un estreno. Sin embargo, no es simplemente que actualmente seamos más libres que en el pasado (por ejemplo en medio de la II Guerra Mundial), sino que somos libres para elegir vidas más emocionantes que nuestros antepasados.
Así, siempre que interactuamos con una red social, una aplicación o una web, sabemos que hay miles de personas al otro lado de la pantalla cuyo trabajo es mantenernos enganchados. Para asegurarse de que, en otras palabras, casi todo lo demás que podrías estar haciendo parece aburrido en comparación con lo que estás haciendo en ese momento (como ver vídeos en Youtube).
Se logra esto, principalmente, a través del antiguo truco de la "recompensa variable", asegurando que al hacer clic, deslizar o pulsar -aunque no siempre- nos vemos recompensados con nuevos contenidos, nuevos correos, nuevas actualizaciones, nuevas imágenes... Así, el hecho de que cuando abres Twitter, la pequeña pausa antes de que aparezca el número de notificaciones está deliberadamente diseñada así para generar expectativa a los usuarios. Todo es una estrategia para mantenernos ahí.
No es de extrañar, entonces, que las cosas más significativas - la lectura de libros que te interesan, hablar con la gente que quieres- puedan empezar a resultarte aburridas. No han sido cínicamente diseñadas para ser emocionantes por los expertos con acceso a información constante en tiempo real acerca de lo bien que sus trucos están funcionando. Esto es una guerra de la atención y, en ella, las personas reales tienen bastante menos posibilidades que lo que puede ofrecernos nuestro smartphone, tablet u ordenador.
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